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Las aventuras del joven que votó como Gokú

No fue sólo una locura por las elecciones. Sergio Saavedra vive inspirado en el personaje de animé.
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Fue la sensación de las últimas elecciones. En la mesa 94 del estadio Lucio Fariña Fernández de Quillota, apareció un joven que aseguró ser Gokú al momento de ejercer su voto. Claramente su nombre no era como el del famoso dibujo animado de la serie "Dragón Ball Z": el famoso votante se llama Sergio Saavedra y tiene 21 años.

Sin dimensionar el impacto que causaría, el joven apostó por asistir a votar con el disfraz de su ídolo animado, para alegrar a los votantes y, de paso, darle una ayudita a Alfredo Sfeir, el candidato que lo hizo salir de su casa para votar por primera vez.

"Nunca pensé que iba a pasar todo esto, la verdad es que yo me motivé para votar por Sfeir porque me parecía que era el único candidato con un "ki" (energía) positivo y quise apoyarlo. Lo que vino después me ha sorprendido bastante, porque yo siempre he vivido como Gokú", reconoce el protagonista de esta verdadera historia animada.

Soy Gokú

La afición de Sergio por el personaje nace desde cuando él era muy pequeño. Seguidor fiel de las películas de "Dragón Ball Z", sus primeros recuerdos de la televisión son las tardes que pasaba esperando por ver la serie.

Luego, como muchos niños de la época, comenzó a coleccionar las figuras de los personajes que intervenían en cada uno de los capítulos de la saga, donde los Saiyajin, encabezados por el gran Gokú, se encargaban de salvar al planeta Tierra una y otra vez.

Sergio también aprovechó su talento para dibujar a los personajes de la serie. Poco a poco, fue encontrando en estos dibujos animados parte de la filosofía de vida oriental y el poder de las artes marciales.

Una de las personas que lo motivó a seguir esta pasión fue su madre, Consuelo Morales, quien le ayudó con su primer traje y, de paso, lo alentó a seguir sus ideales. "Yo disfruto mucho lo que hace el Sergio, porque es un chico súper bueno, súper sano y sé que disfruta haciendo estas cosas. Yo como mamá siempre lo apoyé y siempre lo voy a apoyar, igual me sorprendió con esto de la votación", reconoce.

Para Sergio, el atuendo de Gokú ya es parte de su vida y no es sólo un disfraz. "En verdad ya es ropa, con ella he ido a muchos lados, salgo a la calle así, he ido al cine, a actividades con niños y también entreno con ella, porque en sí es un atuendo cómodo para las artes marciales y otras actividades que hago", cuenta el Gokú quillotano.

En tanto, la idea de votar le venía dando vueltas en la cabeza desde que conoció el mensaje y las propuestas de Alfredo Sfeir, candidato a la presidencia del Partido Verde. Con esa motivación y con la mística que le transmitía, decidió ponerse su atuendo y partir caminando al Lucio Fariña Fernández.

"Es la primera vez que voto y sabía que tenía que ir a la mesa 94 y todo eso. El tema de ir de Gokú se me ocurrió en la mañana, miré que estaba nublado, el día estaba como triste y no era mucha la gente que estaba asistiendo a los locales de votación. Entonces me puse en el lugar de los vocales y lo aburrido que deben haber estado, fui con esa idea, darle un momento alegre a la gente", resume.

Los primeros en verlo fueron los militares -todos jóvenes-, que lo saludaron de buena gana y le indicaron dónde debía ir a votar. Luego se sumaron las encargadas de la junta electoral y poco a poco todo el estadio Lucio Fariña sabía que el gran Gokú estaba presente.

Aníbal Parraguez, uno de los vocales que lo atendió, recuerda su llegada como un momento único: "La verdad es que nos sorprendió ver aparecer a Gokú, nos alegró el día. Incluso puedo decir que lo ayudé a doblar su voto. Fue buena onda y lo bueno es que, salvo unos desubicados, toda la gente agradeció el gesto", comenta el integrante de la mesa más famosa de Quillota.

Entrenamiento

Sergio Saavedra egresó desde el Liceo Santiago Escuti Orrego y, según él cuenta, siempre fue igual, "un tipo tranquilo y no violento". En todos sus círculos es reconocido por su simpatía y disposición para cooperar.

Si bien es un hombre de paz, Sergio, gracias a su afición por "Dragón Ball Z", ha practicado distintas artes marciales y pese a su apariencia delgada, es un fiel cultor de la actividad física

"Siempre he entrenado. Corro, hago ejercicio y he practicado distintas artes marciales, siempre con la idea de desarrollar mi cuerpo y mi mente. Practiqué karate, kido, taekwondo y shaolin, todas disciplinas muy buenas para el cuerpo", explica el protagonista de esta fantasiosa historia.

Sergio actualmente está en el preuniversitario para entrar a estudiar Educación Física y sus rutinas de entrenamiento son completamente realizables.

"No es necesario entrar a un gimnasio o usar productos muy sofisticados. En lo personal, ocupo los gimnasios al aire libre instalados en las plazas de la comuna y el resto son actividades comunes que le entreguen a tu cuerpo la exigencia que necesita para rendir", detalla nuestro Gokú, mientras entrena con su clásico traje.

Entre sus pruebas más duras estuvo subir hasta la cima de La Campana, con la dificultad de portar pesas en sus muñecas y sus piernas. "Al final iba como con 40 kilos más, fue difícil, pero llegué hasta lo más alto. Fue una forma de decirme que todo se puede", señala.

Cambiando el mundo

Entre todas sus actividades y tras abandonar la carrera de Sicología en la Universidad de Valparaíso, Sergio trata de explicar cuáles son sus motivaciones y por qué siente que no es como el común de los jóvenes.

"En la U tuve una buena experiencia, hice amigos, pero el ambiente al que llegué no era el mío. Yo quería estudiar sicología para entender los problemas de la gente y ayudarlos, pero al final no pude encontrar ahí lo que buscaba", recuerda.

Es esa constante búsqueda la que también lo mantiene en constante movimiento y sin mayor miedo al ridículo, como le dicen sus amigos.

"Aunque no suene muy serio, mi objetivo en la vida es cambiar el mundo. Quizás no lo voy a lograr completamente, pero sé que siendo como soy puedo ayudar y acompañar a mucha gente. Por lo menos, en 21 años yo he cambiado bastantes cosas y el mundo no me ha cambiado a mí", afirma Sergio, mirando al horizonte.

Participante de la ONG Sonrisas Sin Fronteras, donde durante invierno y verano realiza talleres para niños, el protagonista de esta historia cree que todo puede ser mejor.

"A veces la gente se ríe cuando uno lo dice o cuando lo proponía Sfeir u otras personas, pero a veces, si lleváramos una vida más natural, si respetáramos más nuestro entorno, quizás viviríamos más felices y la gente tendría menos problemas", concluye.

100% natural

No es que viva como un superhéroe o tenga algún problema de personalidad: Sergio Saavedra simplemente vive de forma diferente y no le da miedo reconocerlo.

Además de ser vegano, este Gokú no consume alcohol y tampoco fármacos en caso de enfermedad. Sus procesos de recuperación se basan en hierbas medicinales, lociones naturales y remedios caseros. Consuelo Morales, su madre, dice que no es muy común, pero sí es posible: "Claro que cuesta un poco, pero antes todos nos curamos así. La fiebre se la bajo con paños húmedos, sopitas y el aloe vera junto a la miel son partes fundamentales de sus remedios. Igual tiene una salud fuerte; salvo las alergias, el Sergio es bien sano", agrega.

"No tengo nada contra el alcohol o la carne, pero creo que nuestro cuerpo está mejor alejado de sustancias que no son naturales. Por ejemplo la carne ya la dejé y he encontrado suplementos en productos como la soya y las frutas", aporta el protagonista de historia, que va más allá de una votación.

Ahora Sergio está escribiendo un libro, quiere dejar por escrito las cosas que ha vivido y cómo desde Quillota trata de aportar para tener un mundo mejor.

"Yo me motivé para votar por Sfeir porque me parecía que era el único candidato con un "ki" (energía) positivo y quise apoyarlo". Sergio Saavedra, Gokú quillotano.