Chofer lleva dos días llorando
Rafael Valenzuela es el conductor del bus "celeste".
Un infiltrado en el camarín del campeón, Waldo Correa, seguidor mitológico del club O"Higgins, reveló que la celebración fue a gritos, pero sin imprudencias. Tomaron bebidas y comieron galletas saludables. Garcés dio alaridos incomprensibles, pero luego se calmó. Calandria cantó. Berizzo repartió carcajadas. Los jugadores se ducharon y, al partir, olvidaron siete calzoncillos. Saltaron hasta las 4 de la mañana.
Sin embargo, en medio de todo, un hombre clave levantó el teléfono. La Estrella preguntó: "¿Hablo con el gran y verdadero conductor de O"Higgins?". "Afirmativo", dijo. Y ese señor analizó al club. Es Rafael Valenzuela, 66 años, el chofer del bus que moviliza al plantel.
En términos futbolísticos, el motor de O"Higgins ha sido Julio Barroso; en términos mecánicos, el motor de O"Higgins es un Mercedes Benz. Y ese Mercedes año 2006, cómodo, fina carrocería y con baño en mitad de la máquina, lo conduce, desde hace un año, Valenzuela. Y lo primero que comunica es "yo ya no puedo más de la emoción… es que… (llanto)".
Repuesto a medias, el señor Valenzuela declaró que lleva dos días llorando y que ama a Eduardo Berizzo. En cada trayecto Berizzo se sienta a su lado y ambos hablan de la vida. "Luego pongo música tropical y los jugadores la cambian por reggaetón, que es la onda", admite. Y el chofer lloró otra vez.
¿Está bien? "Tocado, amigo. Es que Berizzo, cuando llegamos de Talca y nos instalamos en el Monasterio (sagrado lugar de entrenamiento), no descansó. Le dije: "Don Eduardo, ¿qué hace?". Me dijo: "Quiero plantar una linda plantita"… ¡Así es don Eduardo!".
El más divertido: el veloz delantero Carlos Escobar ("Excelentes tallas"). ¿Segundo lugar? Garcés ("Aporta frescura"). El más serio: Pablo Hernández ("Habla cuando lo tiene que hacer y nada más"). El melancólico: Luis Pedro Figueroa ("Pasa mucho en oración"). El galán: el talentoso Julio Barroso ("Impactante éxito con las cabras"). Así, señaló, es este plantel.