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Casale ganó la etapa y recobró la cima en quads

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l Fue una jornada sencillamente espectacular para los chilenos en el Rally Dakar 2014. Y la comandó Ignacio Casale en quads.

El piloto nacional confirmó que está para grandes cosas y a punta de esfuerzo se quedó con una complicada cuarta etapa, con un tiempo de 7 horas 15 minutos y 51 segundos, recuperando la cima de la general que había alcanzado el primer día.

El corredor del Team Tamarugal terminó 12 minutos por encima de Sebastian Husseini y por 13 de Sergio de Lafuente. En tanto, en el global quedó a casi 10' del sublíder, el polaco Rafal Sonik.

El panorama no fue fácil. El santiaguino triunfó en la jornada de este miércoles tras reponerse de un durísimo inicio y así superó al que hasta el martes ostentaba el primer lugar, Sonik.

Y para hacer historia el corredor chileno tuvo que sufrir. La carrera comenzó cuesta arriba al tener problemas en su navegación, algo que lo tuvo muy lejos de los líderes de la etapa.

Así la prueba siguió y Casale no lograba descontar ventajas. Todo eso hasta que la competencia dio un giro radical. Los líderes de la cuarta etapa se perdieron en la ruta y eso lo aprovechó el nacional tomando el primer lugar del día y también, de gran manera, el de la categoría. J

López recupera terreno y ya se mete en el podio

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l Francisco "Chaleco" López tuvo una espectacular cuarta etapa del Dakar 2014 con meta en Chilecito y descontó gran parte de los 18 minutos que lo separaban del líder de la general en motos, Joan Barreda.

El curicano redujo a cinco minutos la diferencia con el español y se puso tercero de la carrera, tras Barreda que sigue puntero y el otro hispano, Marc Coma, que es sublíder, dos minutos sobre el chileno.

El piloto nacional estuvo gran parte de la jornada en la primera posición e incluso a kilómetros del final aparecía solamente a poco más de un minuto de Barreda, sobrepasando en ese instante al propio Coma. Pero en la última parte de la ruta los españoles apuraron y lograron descontar los minutos que "Chaleco" parecía ganar y que lo tuvieron cerca de tomar la punta de la clasificación general.

Otro chileno que tuvo una gran jornada fue Jeremías Israel, quien incluso llegó a estar tercero en el día. Hizo su mejor carrera en su corta historia en el Dakar y se metió en el "Top ten" de la clasificación general del certamen que se está desarrollando en Argentina, Bolivia y Chile. J

"No dejaremos que pase el Dakar. Es culpa de Evo"

Tata Kuaraka, líder boliviano, anticipa lo que harán indígenas para impedir avance de los pilotos por el país.

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l Roka Valbuena

"Hermano, vamos a impedir que pasen los autos y las motos. No al Dakar", el mensaje lo dice a La Estrella, desde su celular moderno Tata Kuaraka, un señor que lidera a los indígenas de Bolivia. Se refiere al próximo arribo (12 de enero) de la caravana del rally al salar de Uyuni en el país altiplánico.

En verdad, Tata Kuaraka, la máxima autoridad, se llama Guillermo Flores, masca coca para estar feliz y se viste comúnmente con pantalones grises y camisa dentro del pantalón, aunque en momentos de efervescencia se pone un gorro revolucionario y agita el puño izquierdo. Y lo concreto es que Tata está indignado porque el rally pasará por la tierra de sus ancestros.

Hace unas horas un conjunto de aborígenes relevantes decidió tomar el camino de la violencia. Tata Kuaraka informa a La Estrella: "Recurriremos a las alpacas y las llamas para obstaculizar el paso".

Advertimos a Tata, consternados, que esos camélidos morirán de forma violenta, los pilotos no frenarán porque una llama los mire con cara desafiante. Kuaraka siente pena, pero luego se recupera y murmura en tono bélico: "Habrá algunas bajas. La culpa es de Evo".

Será, en cierta forma, la primera guerra étnica del siglo 21 y ocurrirá el fin de semana: se enfrentarán dos bandos enfurecidos. Los indígenas versus 3 mil 600 soldados del ejército boliviano que los irán a neutralizar.

Los indígenas, como ya vimos, estarán armados con llamas, alpacas y ovejas. Incluso, relata Tata, él mismo, la figura más alta de la jerarquía quechua, se tenderá en la ruta y no se moverá.

-¡Soy Tata Kuaraka!- y a La Estrella le da la impresión que la autoridad se ha golpeado los pechos- Mire, hermano, lo que queremos es respeto al aborigen. Evo Morales jamás nos pidió permiso para que el Dakar pase por estas tierras.

-Efectivo, hermano. Somos propietarios de 400 mil hectáreas.

-No los necesitamos. Estas tierras pertenecían a nuestras familias. Además, Evo nos las regaló de forma simbólica al iniciar su gobierno. Evo es un traidor, hermano.

-¡Evo miente!

-Evo se hace el indígena cuando sale de Bolivia. Pero, dentro de Bolivia, es un antiindígena.

El líder contó que exigieron al gobierno un estudio que constate el impacto ambiental que produciría el Dakar en la región. La autoridad no hizo nada. Y entonces los indígenas ancianos acordaron proclamar la guerra oficial al evento deportivo.

Kuaraka no tiene miedo. Tampoco tiene una estrategia: "Nos pondremos en la ruta junto a los animales. Los jóvenes tirarán piedras. Las mujeres se pondrán a un costado de la pista".

"Pero los soldados tienen pistolas, Tata", comentamos. "Qué", dice Tata. "Armas de fuego que causan la muerte, Kuaraka". Y el líder se emociona, siente que protagoniza un momento épico de la historia indígena. "Si morimos, seremos mártires que dejamos la vida por nuestra tierra, hermano" y, embargado de conmoción y fuerza mística, guarda un profundo silencio. J