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Problemas no cesan en la feria ancuditana

Hoy se cumplen 5 años del mayor incendio de los últimos años en la provincia, el que dejó cuantiosas pérdidas y a más de un centenar de locatarios en la calle. Hoy, con un recinto renovado, hay quejas por varios problemas.

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l César Cárdenas Ruiz

La madrugada del 4 de febrero del 2009, cuando el reloj marcaba 5.03 horas, se dio la alarma de un dantesco incendio que cambió la historia de la Feria Municipal de Ancud, arrasando por completo con la estructura y afectando también en forma parcial a un supermercado, casas vecinas y otros locales comerciales. Más de un centenar de locatarios perdió su fuente laboral aquel miércoles en la emergencia que acabó con la construcción de madera nativa inaugurada el 1 de diciembre de 2003.

Desde aquel entonces estos trabajadores debieron ser reacomodados en distintos lugares. Entre los principales, ese mismo año se acondicionó una suerte de carpas verdes levantadas provisoriamente en el mismo lugar del siniestro.

Posterior a eso, los pequeños comerciantes fueron trasladados al terreno contiguo al Gimnasio Fiscal, en calle Esmeralda, donde se instalaron dos galpones; en dicho lugar se mantuvieron por cerca de un año y medio, mientras comenzaban los primeros trabajos de reconstrucción a principios del 2011 del establecimiento que hoy se levanta en calles Pedro Montt y Prat.

No obstante, al cumplirse cinco años de lo ocurrido, dicho proceso de reposición y posterior funcionamiento ha sido de dulce y agraz para los pequeños emprendedores, según indican los mismos feriantes. Aunque hace tiempo se acabó el peregrinar, no son pocos los reclamos.

"Para mí estos años han sido muy amargos, porque no me dejan trabajar; uno de los problemas más grandes que tenemos es la presencia de la gente en la calle, nosotros pagamos arriendo, patente todo, ¿y porque la gente en la calle sigue? Juntamos chaucha por chaucha y si dejamos de pagar nos van a echar", indicó Maritza Durán, histórica locataria del recinto.

"La feria además se hizo mala, ¿por qué la recibieron de esa forma? Nosotros pasamos frío, no tenemos ni una gota de agua en los puestos; la señora alcaldesa desde que salió no ha venido a vernos, va a llegar al invierno y no sé qué va a pasar; en la feria antigua esto no pasaba", sumó la comerciante.

A partir del 2012 la feria renació desde sus cenizas y actualmente el edificio alberga a 114 locales de diverso tipo, especialmente entre carnicerías, chacarerías, pescaderías y restoranes, los que fueron distribuidos en su mayoría a los feriantes históricos de Ancud. También incluye puestos de venta de artesanía y ropa, junto a otras actividades.

En esta misma línea, Rosa Saldivia, otra antigua locataria, mencionó que "lo que nos molesta es que nosotros aquí pagamos luz, pagamos arriendo, nuestra patente; más encima la gente se pone afuera y ellos no pagan nada, eso es lo que nos tiene más disconformes. ¿Por qué la municipalidad deja que esté esa gente en la calle, si nosotros pagamos nuestros impuestos como corresponde?", enuncia, sumando que "hay gente de Osorno que viene a vender choclos, habas y nosotros no podemos vender nada".

Por estos días, los locatarios ancuditanos siguen con su rutina normal, como cada día, eso sí, no ajenos a más de algún escollo en su trabajo, como los antes mencionados.

Así lo manifestó, Verónica Ramírez, presidenta de la Agrupación de Feriantes, quien contó que "hay muchos problemas en cuanto a infraestructura; hay un proyecto, se supone que todo estos se iba a mejorar, no hemos podido inaugurar esto. ¿Qué vamos a inaugurar algo que está malo?".

Detalló que "he ido a hablar al municipio y se dijo que el proyecto para mejorar todo esto se iba a hacer una vez que los nuevos cores (consejeros regionales) asuman en el cargo, así que tenemos que esperar nomás por los arreglos que se nos van a hacer; el olor de las pescaderías sale a la calle y la gente se queja; cuando llueve tampoco podemos trabajar".

De igual modo, Hernán Saldías, otro de los vendedores insignes del céntrico establecimiento municipal, puntualizó que "como locatarios estamos preocupados, tenemos muchas inquietudes aquí, preocupaciones distintas, como los arriendos, el tema del contrato, ya que no hay para todos".

Entre otros inconvenientes principales destaca la lluvia y las filtraciones de agua al interior de los locales, provocando inseguridad al caminar, entre otras dificultades en la feria con más locatarios de Chiloé. J