Como una mujer muy simpática, con nada de divismo y profesional ante todo. Así recuerdan a Doris Leiva, la "Kournikova chilena" en el Club Riviera de Pedegua, comuna de Petorca, lugar donde la madrugada del sábado realizó el que sería el último show discotequero de su vida. Dos horas más tarde de que dejara la localidad, la stripper sanantonina encontraría la muerte de forma instantánea luego de chocar contra un árbol en La Calera.

Carlos Varas y Rafael Campos -alias Dj Raff-, administrador y coordinador del club nocturno, respectivamente, fueron de las pocas personas que pudieron cruzar palabras con la bailarina antes de que emprendiera el fatal viaje.

La mujer, célebre por sus espectáculos eróticos, llegó cerca de diez minutos antes de las tres de la madrugada al local, un poco más tarde de lo presupuestado. Su show partió a las tres de la madrugada y duró 15 minutos. Tras bajar del escenario compartió con los asistentes y se sacó fotos.

El administrador reconoce que se preocuparon por la tardanza y que no contestó sus llamados. "Como a la una y media me contestó y me dijo que venía en La Ligua. Seguro no me contestaba por precaución, porque venía manejando", aseguró.

Varas señaló que se veía muy alegre y simpática con el público. De hecho, cuenta que un joven de la multitud le tocó las piernas, pero lejos de enojarse, la mujer le lanzó un beso.

Antes de comenzar su performance, la artista se mostró ansiosa por comenzar, se notaba "algo apurada", según Varas, pero "con muy buena onda". Incluso, el hombre, ajeno a las versiones de prensa que hablan que Doris Leiva habría estado cansada esa noche, asegura que "se veía bien animada". J