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La idea que impulsó el festival costumbrista

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l Luis Contreras V.

Hace exactamente 35 años un joven dirigente poblacional castreño se atrevió en medio de aquellos tiempos a asumir uno de los desafíos de mayor significancia que se podía trazar, sin ni siquiera vaticinar cuáles serían sus implicancias.

Solo el tiempo se encargaría de ser el único y principal aliado, cuando en enero de 1979 el vecino y dirigente de la Junta de Vecinos Nª1 "Intendente García", Alfredo Hernández, impulsó la primera edición de un tímido y artesanal Festival Costumbrista Chilote.

El ex dirigente que en los últimos días recibió un reconocimiento como "ciudadano distinguido" habla desde su domicilio, realizando una retrospección de cómo tuvo la osadía de apostar por un emprendimiento sin precedentes.

A sus 88 años de edad, este isleño recuerda perfectamente cuando en los días previos a la recordada Semana Castreña de fines de la década del '70, propuso a las autoridades municipales de la época implementar una actividad que le diera un mayor realce a estas fechas conmemorativas.

"En los años anteriores se participaba solo con carros alegóricos, con reinas, eso a nosotros nos tenía colmados, yo llevaba una idea interior en el sentido de realizar algo mejor y superior", enfatiza el vecino.

Fue durante una sesión entre la alcaldesa subrogante, Raquel Torres, y dirigentes de organizaciones vecinales donde se propuso una iniciativa distinta y que fue aceptada con más dudas que convicciones.

Hernández rememora con claridad que "pedí la palabra a la señora alcaldesa y los dirigentes vecinales y propuse que podríamos realizar un actividad alusiva a nuestras costumbres y tradiciones porque estábamos pobres en mostrar al mundo cómo vivíamos antes".

Si bien la iniciativa fue acogida en términos generales por los participantes de aquella comisión organizadora, aún persistían mucha incertidumbre y temores respecto a los resultados que podría tener el Primer Festival Costumbrista.

"A mí me encontraron en una situación difícil, porque yo esperaba, más respuesta, ya que los otros dirigentes que estaban presentes, se quedaron callados, entonces dijo la alcaldesa subrogante que la idea no es mala y se puede hacer", señala don Alfredo.

Una cancha destinada a la realización de carreras a la chilena en medio de una zona eriaza y solo con los deseos de ofrecer un servicio gastronómico y en un solo día marcó el comienzo del evento que para los asistentes significó el inicio de un viaje sin retorno.

Agrega el ex presidente vecinal que el discreto marco de público fijó un precedente, ya que los escasos platos de comida típica elaborados en unas rudimentarias chozas, como lo expresa, fueron agotados en cuestión de horas.

"La gente lo aceptó, era un día domingo, nosotros no teníamos pavimentación, era un camino… la subida hacia el parque, estábamos totalmente abandonados, no es como ahora", sostiene.

La suerte estaba echada, la actividad con un carácter artesanal, prometía una segunda versión con la promesa de corregir y superar lo realizado en sus orígenes. La convocatoria se reiteró y esta vez con mayor fuerza colocando a prueba la atención de los anfitriones, quienes debieron reinventarse para asegurar conformidad y satisfacción entre los comensales que paulatinamente comenzaban a llegar durante febrero, teniendo en la mira la festividad en el pequeño Parque Municipal.

El interés turístico nacional e internacional no se hizo esperar apuntando su mirada hacia el centro de Chiloé, donde empezaba a consolidarse lo que sería con el correr de los años en el evento más importante del verano.

Gastronomía, artesanía de raíz chilota, faenas campesinas casi al borde de la extinción y la presentación de conjuntos folclóricos se convirtieron en la base de la cita costumbrista, la cual dio un salto explosivo cuando el pequeño espacio fue extendiéndose para beneficio de su propio desarrollo.

Actualmente, el sector dispone de 14 hectáreas de superficie en medio de la naturaleza y donde la actividad folclórica alberga hace 13 años la Feria de la Biodiversidad.

Dante Montiel, profesor y ex encargado del Departamento Municipal de Cultura se suma con su experiencia al momento de revisar el pasado, presente y futuro del Festival Costumbrista Chilote.

El docente habla acerca de las medidas domésticas adoptadas por la administración a partir de 1996, pensando en el mejoramiento de esta fiesta isleña.

"La acción consistió en eliminar todo el mercado ambulante que estaba en el festival costumbrista y que los transformaron en una feria-persa", evoca Montiel.

Agrega que el otro hito importante fue a principios de la década pasada la incorporación de la Feria de la Biodiversidad, idea clave para desmarcarse de otros eventos y marchar con identidad propia.

Recalca el investigador que "vimos que se estaba imitando el festival costumbrista en distintos lugares del país, sobre todo en Chiloé".

Platos gastronómicos y artesanía se replicaban en las distintas iniciativas chilotas siendo la razón que llevó la creación de la exposición ferial que reúne a productores de todas las comunas de la provincia.

Para el actual secretario municipal este paso logrado entre el municipio de Castro, el Centro de Educación Tecnológica, CET, de Chonchi y Bosque Modelo Chiloé fue "un momento clave porque no solo permitió aumentar en infraestructura sino que incorporar nuevos elementos de la cultura chilota".

Pero estos pasos de consolidación han obligado, en opinión de Dante Montiel, a analizar nuevas ideas integradoras producto de los 35 años que lleva el certamen chilote del verano.

Dice que "falta incorporar un gran espacio de la fauna marítima, falta el tema del mar, yo creo que hay que incorporar el año que viene con gran fuerza todo el tema náutico, que está absolutamente dejado de lado, creo que tienen que aumentar las faenas campesinas y muestra de animales".

Mención aparte merece la implementación de un molino de agua y otros elementos propios de la cultura insular. Para el profesor se hace necesario que la actividad sea externalizada, debido a la fuerte organización y tiempo que demanda su preparación cada año.

Otro aspecto que no deja pasar Dante Montiel se relaciona con la burocracia y exigencias que fijan por estos días organismos fiscalizadores como el Servicio de Impuestos Internos o Autoridad Sanitaria, respecto al funcionamiento de los locales. Igualmente, acusa los intereses lucrativos que se han impuesto por sobre la defensa de los valores culturales de la muestra en el Parque Municipal, siendo materias que urgen una dura revisión.

Con altos y bajos y en medio de un mundo globalizado el Festival Costumbrista Chilote camina hacia una nueva versión. 54 puestos de gastronomía, cerca de 100 locales de la Feria de la Biodiversidad, una granja educativa y un parque mitológico son la oferta de la actividad que espera por las cerca de 25 mil personas que en promedio llegan cada año durante los dos días.

Al igual que en su primer año, estará presente Alfredo Hernández ahora como un observador que con orgullo vio nacer y crecer una tímida iniciativa sin presagiar que se convertiría en el evento cultural de mayor convocatoria de la Isla Grande. J