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Colo y San Juan: resaltan su "escudo patrimonial"

Los entornos de las iglesias de ambos poblados se declararon Zona Típica, lo que resguardará la armonía de esos espacios a nivel cultural y natural. Una decisión destacada por la comunidad.

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l M. Eugenia Núñez G.

Nuevos desafíos son los que deberá asumir la comunidad insular, como asimismo la Fundación de Amigos de las Iglesias de Chiloé (Faich), tras conocerse públicamente que la ministra de Educación, Carolina Schmidt, firmó los decretos que oficializaron la protección de los entornos de los templos patrimoniales de San Antonio de Colo, en Quemchi, y San Juan Bautista de Dalcahue, bajo la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales.

La moratoria que fue aprobada técnicamente en la sesión ordinaria de octubre del 2013 del Consejo de Monumentos Nacionales, obedeció a una solicitud efectuada por la Faich, a través de su director ejecutivo, Cristian Larrère.

"Más que desafíos en este minuto, ya con la declaratoria de Zona Típica tenemos la tranquilidad que el entorno no va a poder ser mayormente modificado sin la autorización del Consejo de Monumentos, lo que claramente nos permite poder concentrarnos en la restauración de estas dos iglesias", expresó el titular de la Fundación de Amigos de las Iglesias de Chiloé.

Entre las acciones de mediano plazo, el profesional manifestó que ambas construcciones deben ser intervenidas, para su mantención.

"En el caso de Colo y San Juan, la Fundación ya ha hecho restauraciones patrimoniales en los sectores de torre y fachada, pero tenemos en las dos iglesias problemas importantes en las naves, por lo tanto esperamos que en el mediano plazo podamos postular a proyectos que nos permitan financiar el término de la restauración de ambos templos", aseguró el audiovisualista.

Una opinión similar sostuvo el obispo de la Diócesis de Ancud, monseñor Juan María Agurto, quien destacó que la declaratoria de protección de ambos sitios, sumados a los ya existentes como Nercón, Chonchi, Tenáun y Quinchao, significa un importante avance en el resguardo los bienes tangibles e intangibles de la provincia.

"He estado al tanto de todo este proceso y realmente esta moratoria no hace otra cosa que apoyar la protección del patrimonio que tiene un valor muy significativo en las comunidades de Chiloé. Es un complemento muy positivo, pues viene a reforzar lo que hizo la Unesco con las 16 iglesias el año 2000. Por tanto, agradezco el aporte de las autoridades para sacar adelante esta iniciativa y de esta forma trabajar para que en un tiempo más, toda la serie cuente con su polígono de resguardo", manifestó.

Asimismo, el representante de la Iglesia Católica en la Isla, agregó que estas nuevas zonas pintorescas implican, además de un reconocimiento a la historia de los pueblos, un desafío para las propias comunidades de cuidar el lugar donde viven.

"Sin duda esto traerá un desarrollo importante para las comunidades y nosotros continuaremos trabajando en la recuperación de estos espacios y restaurando las iglesias que pertenecen a todos", agregó el sacerdote.

Se cree que la Iglesia de San Antonio de Colo fue fundada a fines del siglo XVIII. Ubicada en lo alto de un cerro, es una de las pocas de la serie patrimonial que no está conectada directamente con el mar, es considerada uno de los templos más rústicos. Entre sus características arquitectónicas destaca que su torre presenta dos tambores de planta octogonal y la nave central tiene una bóveda de arco. Su entorno se inscribe dentro de una exuberante y abrupta naturaleza compuesta por colinas, fiordos, acantilados y arboledas.

"Sin duda este nombramiento que hizo el Consejo de Monumentos es muy significativo, pues nos incentiva y nos invita como comunidad a cuidar nuestro patrimonio, nuestra identidad como chilotes y crear conciencia que debemos proteger lo que poseemos, sin duda la iglesia de Colo se lo tiene más que merecido", afirmó la gestora cultural quemchina, Teolinda Higueras, tras conocer la declaración de monumento nacional en la categoría de Zona Típica al entorno de la iglesia de Colo.

La bibliotecaria además llamó a la ciudadanía del sector, como así también de la provincia, a respetar esta moratoria y socializarla con la comunidad.

"La creación de este polígono de protección sin duda contribuirá para que situaciones complicadas como la construcción del mall de Castro que afectó a la iglesia San Francisco o la instalación de antenas como lo que pudo suceder en la de Nercón no se vuelvan a repetir. Recordemos que estos villorrios como Colo nacieron de la mano de la religiosidad y poseen un maravilloso entorno natural", puntualizó Higueras.

Por su parte, la iglesia San Juan Bautista de la comuna de Dalcahue, fue construida a principios del siglo XIX. En la década de 1960 se realizó una modificación importante en la torre y el pórtico, eliminándose los arcos falsos, luego en la primera década del 2000 se realizaron otros cambios relevantes, pues las fundaciones estaban deterioradas y una tempestad había producido daños en la torre. Se reparó esta, se corrigió la inclinación del edificio y la fachada se modificó para que se asemejara a la que existía antes de los cambios de la década del '60.

"San Juan es un pueblo con sus propias particularidades, y por supuesto que como dalcahuinos el hecho que su iglesia y su templo puedan estar desde ahora resguardados nos deja muy conformes, pues de esta forma se conservará lo que aquí existe, lo que está construido, como así también la forma de vida del lugareño", indicó Armando Bahamonde, jefe del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Dalcahue, quien agregó que este tipo de iniciativas apuntan a darle valor a la impronta histórica de los sectores.

Se entiende por Zona Típica o también Zona Pintoresca el ordenamiento legal patrimonial de Chile de acuerdo con lo que se desprende de las disposiciones de la Ley N°17.288.

Ambas iglesias fueron declaradas Monumento Nacional en 1999 e ingresaron a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco durante el 2000. J