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Ascencio apunta a la alcaldía tras 20 años como diputado

Este martes dejará la investidura que lo acompañó dos décadas. Entre sus planes, también está una embajada.

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l M. Eugenia Núñez G.

De entrada asegura que los sentimientos y emociones están a flor de piel, y que el despedirse de sus camaradas y amigos de la Cámara Baja no fue fácil y que más de alguna lágrima derramó.

Hoy, a horas que asuma la nueva administración, el aún diputado y abogado de la Universidad de Chile, Gabriel Ascencio (DC) mira con nostalgia los 20 años que representó al distrito 58 (Chiloé y Palena) en el Congreso, pero asegura sin titubear que el abanico de actividades tanto públicas como privadas que podría asumir son interesantes y desafiantes y que "él es un hombre que le gusta correr riesgos", ad portas de seguir una carrera diplomática lejos de las fronteras insulares o quedarse en su tierra para competir por el sillón alcaldicio, quizás de la comuna de Castro.

-Me siento bien, pero desde el punto de vista emotivo han ocurrido muchas cosas estos últimos días. Por ejemplo, algunos diputados y funcionarios me acompañaron a salir de la sala el último día, porque una vez fuera yo sabía que no entraba nunca más. Viendo lo que va a ocurrir con mi vida, siento que hay una serie de expectativas a pesar de mi edad, se abren una cantidad de caminos insospechados. Estoy aún en la expectativa si continuaré en el servicio público o si derechamente voy a entrar a la actividad privada, aunque todos saben que a mí lo que me mueve es el trabajo en el servicio exterior y eso no se va a resolver hasta unas semanas más.

Efectivamente, estoy dispuesto a cumplir una tarea que me gusta, es más, los últimos años me he dedicado a eso a través de la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, y el partido puso mi nombre a disposición para una embajada, incluso tengo el apoyo de la bancada de diputados de la Democracia Cristiana.

Sin embargo, si eso no resultara igual estoy preparando mi actividad privada a través de la instalación de mi oficina de abogado y también voy hacer un emprendimiento. Ahora desde el punto de vista de las emociones, pensaba cuando estaba en la última sesión en el Congreso ¿cómo le voy a agradecer a la gente de Chiloé y Palena su apoyo durante todos estos años?, no sé si hacer un discurso, juntarme con ellos, recorrer el territorio…. algo voy hacer.

Todo ha sido emoción, el otro día en la despedida con los diputados más de una lágrima salió, pero ahora hay que echarle para adelante.

Sí, en la política local. En el evento de continuar acá en mayo intentaré ser presidente regional de la DC, eso en paralelo a la creación de la Corporación para el Desarrollo de la Región, cuyo objetivo es que profesionales de distintas áreas puedan aportar ideas del desarrollo de la zona desde la perspectiva del turismo y así también formar liderazgos jóvenes que tengan una idea de la política un poquito distinta a la que tenemos hoy.

La política es una ilusión, uno entra con el objetivo de querer cambiar las cosas, de trabajar un sueño de que las cosas pueden mejorar, no puedes ingresar a ella pensando en colocar a todos los familiares y amigos en los puestos de poder que tú alcances.

-Después de 20 años no podía seguir como diputado, no puedes impedir que nuevas generaciones se incorporen a la política. La candidatura a senador se me presenta a última hora y me lo pide el partido como una forma de acompañar, yo estaba consciente que era imposible ganarle a (Rabindranath) Quinteros, pero sabía que la única forma de aportarle a (Michelle) Bachelet era doblando pero para ser franco no muchos creyeron en eso.

-Bien, creo que tienen ganas de trabajar y sin duda serán un aporte.

-¿Se va contento?

-Me voy feliz. Tengo una vida que me satisface mucho y que me llena de orgullo, como mi paso por la Vicaría de la Solidaridad, mi lucha contra la dictadura y mi compromiso con la democracia, como así también mi trabajo en el Obispado de Ancud, son cuestiones que uno puede colgárselas en el pecho como medallas.

También mis tres años como gobernador de Chiloé, donde con mis colaboradores, entre ellos el actual alcalde de Castro, Nelson Águila, hicimos el primer seminario 'Pensar Chiloé para su desarrollo

Gigliola Mariangel es la voz chilena de Sherezade en Mega

La actriz es parte del equipo que dobla al español, no sin dificultad, la serie turca "Las mil y una noches".

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Gigliola Mariangel ha llevado al español diálogos en inglés, italiano y hasta en alemán, pero hasta ahora nunca había trabajado con el turco. Por lo mismo, dice que ahora vive el desafío más grande de su carrera. Gigliola es actriz, se especializó en doblaje para TV y actualmente es la encargada de prestar su voz a Sherazade Evliyaoglu, la sufrida protagonista de "Las mil y una noches", la serie turca que transmite con éxito Mega.

"Es un desafío para nosotros y una gran experiencia. Cualquier actor de doblaje quiere un proyecto como este", aseguró a La Estrella la joven de 28 años, uno de los 30 actores que participan en el doblaje de la serie, a cargo de la agencia chilena Dint.

Pese a las distancias geográficas y culturales, el melodrama realizado por Kanal D de Turquía -cuyo título original es "Binbir Gece"- ha tenido un prometedor arranque: en su estreno, el lunes pasado, la historia de la bella joven que se involucra con su jefe para costear el tratamiento de su hijo promedió 11 puntos. Al día siguiente subió hasta las 14,3 unidades, una sintonía considerable para el bloque de las 23:30 horas. Un espacio de ficción, que se transformó en un fenómeno en Medio Oriente y Europa del Este.

"Yo creo que acá ha funcionado porque la historia es muy cercana. Esta mujer, sola, trabajadora, que tiene que sacar adelante a su hijo enfermo, es algo que podría pasarle a cualquier chilena", comentó Gigliola.

Gigliola Mariangel ha prestado su voz para las versiones en español de series como "El comisario Rex", "The new normal" y "Orange is the new black", pero hasta ahora no se había enfrentado a un desafío como el que supone "Las mil y una noches". De hecho, se trata de una experiencia inédita en Latinoamérica.

"Al principio fue difícil, porque uno no entiende nada. Además, los actores turcos son muy histriónicos y hablan muy rápido", contó la actriz.

En el complejo proceso de doblaje, los actores han incluido algunos chilenismos -a pedido de Mega- y se han visto obligados a fijarse en rebuscados detalles.

"Hubo un trabajo de adaptación para hacer coincidir las bocas de los actores con nuestros textos. Ellos siempre terminan las frases con la boca en forma de 'o