Secciones

Con minga levantan la escuela del sector Lliuco

Profesores, padres y alumnos se sumaron al trabajo de instalación de los contenedores en Quemchi.

E-mail Compartir

l Carolina Larenas Faúndez

A toda máquina se trabaja en la instalación de los contenedores en los que los 135 alumnos de la Escuela de Lliuco, en la comuna de Quemchi, iniciarán el lunes las clases. Los menores se quedaron sin su recinto educacional, luego que un incendio lo destruyera la madrugada del 22 de noviembre pasado.

En una verdadera minga se ha trasformado la labor previa a que los menores ingresen a clases, trabajos a los que incluso se sumaron profesores de la escuela, padres y apoderados y los propios alumnos, todo con el fin de iniciar el año escolar en las mejores condiciones.

Recursos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y del Ministerio de Educación fueron destinados a la materialización de este sistema de emergencia que fue utilizado tras el terremoto y posterior maremoto del 27 de febrero de 2010 en las zonas más afectadas.

De esta forma, los pequeños permanecerán en estas instalaciones mientras se avanza en el proyecto de reposición definitivo del establecimiento educacional, lo que se estima podría representar una inversión cercana a los mil 300 millones de pesos.

Pepita Ampuero, directora del recinto educativo, explicó que ya existe todo un calendario de actividades para la recuperación de las clases de los alumnos que comenzarán el año el lunes 24, indicando que "ellos no perderán ni un minuto".

Junto con ello, la docente sostuvo que "la comunidad se ha unido en una minga para ayudar con los trabajos y apurar las obras para comenzar las clases la próxima semana", añadiendo que "principalmente, las personas ayudaron en la construcción de radier que está fuera de los contenedores que servirán como sala de clases".

11 profesores son los que desempeñarán sus funciones en el establecimiento, atendiendo a 21 niños en prebásica y a los 114 que están matriculados en básica.

"Estamos apurando todos para que esté listo, tenemos la disposición de acomodarnos a las circunstancias", señaló la directora de la Escuela de Lliuco.

Además de las carretillas y las palas, los ayudantes también están desempeñando otros tipos de funciones para el normal desarrollo del proyecto. Incluso, los padres se coordinaron para asistir hoy a la escuela a limpiar los distintos módulos.

Así lo manifestó Rosa Hernández, presidenta del centro de padres del establecimiento educacional, argumentando que "los profesores estuvieron ayudando a mezclar cemento o mover materiales en carretillas y de aquí al lunes todo debería estar listo".

Si bien reconoce que las obras de instalación del techo que cobijará a los niños en el invierno estarán concluidas a fin de mes, por ahora están pendientes de lograr que los alumnos comiencen las clases en las mejores condiciones posibles.

"El techo lo pondrán en lo queda del mes, pero aquí lo importante es que los niños vuelvan a clases y que también se avance en el proyecto de la construcción de la escuela definitiva", sentenció la vecina quemchina.

Asimismo, mencionó que "nosotros (padres) nos pusimos de acuerdo para ir a limpiar (hoy) los contenedores que son fáciles de limpiar y también el mobiliario que necesitan los niños y que hay que trasladar".

Para la dirigenta de los apoderados, la situación que están viviendo es contradictoria, ya que por un lado están contentos con el pronto inicio de las clases, pero también tristes porque estas no son las mejores condiciones que hubieran deseado para sus hijos.

"Nosotros estuvimos de acuerdo cuando se nos propuso esta alternativa y tenemos que aceptarlo, porque lo otro era trasladar a los niños a una escuela de otro sector", afirmó la presidenta del centro de padres, agregando que "hay que adaptarse a estas condiciones que también nos permitirá presionar para tener en el menor tiempo el colegio nuevo".

Del mismo modo, la vecina puntualizó que "estamos ayudando en lo que podamos para que la escuela funcione pronto y ojalá sin problemas".

El concejal quemchino Javier Ugarte fue una de las personas que participó de la minga en la escuela provisoria de Lliuco, valorando que los alumnos del recinto puedan iniciar pronto su año lectivo.

"Se está trabajando fuertemente en la instalación de la escuela desde la llegada de los contenedores", evidenció el militante del Partido Socialista, explicado que se están instalando 22 módulos para recibir a los estudiantes.

"Los profesores, padres, apoderados y también los niños están comprometidos con la escuela, han colaborado en los trabajos y también lo harán en la instalación de los muebles y los computadores que hay que trasladar", acotó el concejal.

En este contexto, el edil también apuntó que "hasta el 28 de marzo se extiende el plazo para que terminen las obras, pero los niños retoman las clases el lunes".

En total, la escuela provisoria del sector rural quemchino contará con 585 metros cuadrados y un patio cubierto de 280 metros cuadrados. Recursos del PMU-FIE de la Subdere, además del Mineduc por 49 millones 900 mil pesos y un FRIL por 79 millones 700 mil pesos del Gobierno Regional, fueron destinados a la materialización de este lugar alternativo para los 135 alumnos del sector. J