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"Caso Naldito", la lucha incansable por justicia

Este año se cumple una década de la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo sin vida del recordado vecino castreño Reinaldo Andrade, quien fue asesinado y ultrajado sexualmente.

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l Pedro Bárcena González

El "Caso Naldito" este año cumple una década. El crimen del querido vecino castreño se mantiene impune y constituye uno de los puzzles más complejos de la historia policial chilota. El hermano de la víctima no claudica por hallar respuestas, ahora enfocado en una demanda entablada en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

A paso rápido, como es su costumbre, abandona las oficinas de Correos de Chile, frente a la Plaza de Armas de Castro. Acaba de realizar un nuevo trámite en la verdadera cruzada que emprendió para dejar bien puesto el nombre de su hermano. Aguarda por respuestas, las mismas que hace casi 10 años busca incansablemente. Esa es su misión.

Su espíritu no se agota. Pese a que los años han golpeado su vida y que ha debido lidiar con innumerables barreras, la sed de justicia sigue siendo el motor que impulsa a David Andrade Barrientos. El vecino castreño no cesa en su intención de no dejar impune el brutal crimen contra su hermano, que justamente, este año cumple una década.

El emblemático "Caso Naldito" se ha transformado en uno de los puzzles más complejos de la historia policial en Chiloé. A pesar que la causa tuvo un término judicial, con la condena de cinco jóvenes por el secuestro del querido vecino castreño, el homicidio y abuso sexual que sufrió Reinaldo Andrade, delitos que fueron acreditados, no tienen culpables.

Desde el instante en que se extravió el isleño en noviembre del 2004, comenzó la lucha de su pariente para encontrar la verdad. Una batalla que se intensificó con el hallazgo del cadáver de la víctima, en el lecho del río Gamboa de la capital provincial, 17 días después de perderse su rastro. Una tarea que siguió aumentando con las falencias investigativas en la causa. Una campaña que explotó con la resolución judicial de septiembre del 2009 que acreditó el asesinato y ultraje, pero no identificó responsables. Una cruzada que se mantiene pese a los reveses judiciales en los tribunales de alza.

Por ello, David Andrade tiene la mente puesta en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se haga justicia con el caso de su hermano. El jueves remitió una nueva misiva a Washington, Estados Unidos, pidiendo avances de la causa que desde junio del 2010 se acogió a tramitación. No claudica el vecino, pese a la distancia y escasa información -la última respuesta del organismo la recibió hace casi un año-, sigue adelante.

El isleño demandó al Estado de Chile por 500 millones de pesos en virtud a las resoluciones judiciales negativas que han dejado impune el crimen de "Naldito".

"Se debe hacer justicia, porque los derechos humanos de una persona fueron pisoteados y se deben resguardar. 'Naldo' fue raptado, violado y asesinado en unos de los crímenes más espantosos que se recuerde en Chiloé y sus responsables no han sido condenados", enfatizó el denunciante.

Asimismo, centró sus críticas en el nuevo sistema procesal penal. "Todos estos problemas radican en la nueva justicia que opera en Chile que resguarda a los delincuentes y no se esfuerza por encontrar la verdad", aclaró, reiterando que "este caso no puede incólume... no se puede olvidar este asesinato".

El tono firme y apresurado de las palabras de David Andrade se enciende aún más al recordar a su hermano. Siempre está en sus pensamientos, como si lo viera caminando por las mismas calles del centro de Castro en las cuales solía verse la figura de "Naldito", quien era saludado por todos.

La búsqueda de respuestas se ha transformado en una bandera de lucha para este poblador del sector alto de la ciudad del Gamboa. Con ilusión remitió los 13 kilos y 900 gramos de expedientes al organismo internacional, la misma que mantiene a pesar que no se observa un horizonte de llegada que pueda marcar un término de esta causa.

Como siempre, Hugo Oyarzún es el asesor legal de este vecino. Desde el principio se ha mantenido cerca y no ha dejado de lado el caso, argumentando en su momento que "nos vimos en la obligación de llegar a la Corte Interamericana para pedir justicia porque la Corte Suprema ha infringido la ley y los derechos humanos".

Asimismo, el profesional resaltó que "el año pasado deberíamos haber tenido alguna respuesta. Incluso, esperábamos una resolución de acuerdo a los plazos que manejábamos. Sin embargo, todo se ha pospuesto y dilatado mucho".

Sin embargo, reflejando que la esperanza y tesón constituye una verdadera impronta en estos dos vecinos que se mantienen al pie del cañón por este caso, Oyarzún manifestó que "aunque pase el tiempo siempre esperamos que un día se haga justicia".

Dentro de los últimos pasos realizados para mantener vigente la causa en la entidad foránea, el jurista recalcó que hace un mes se despacharon cartas con solicitudes y antecedentes. Además, una serie de correos electrónicos dejan en evidencia el interés por actualizar la información y hallar respuestas.

David Andrade está consciente que la lucha que ha emprendido junto a su asesor jurídico necesita apoyo. No se resta a conseguir más respaldo, en especial, con el objeto de realzar el nombre de su hermano y que no se olvide su caso.

"Ojalá la gente entienda todo lo que hemos pasado por esta situación. Sabemos que es difícil contar con herramientas para batallar contra todo un sistema impuesto, pero nos quedamos atrás. Las personas nos reconocen estos esfuerzos, se acuerdan de 'Naldo' y comparten la necesidad de hacer justicia", expresó el poblador mientras continúa su marcha incansable, por las mismas calles que atravesó su ser querido. J