l Juan Riquelme Díaz

El terremoto ocurrido en el norte y los reiterados temblores a los que estamos expuestos dan cuenta de nuestra condición de país sísmico: de hecho el más peor del planeta, según dicen. Y querámoslo o no, hay que tomar medidas y hacer caso, de una vez por todas, de esa usada, aunque sabia frase: más vale prevenir que lamentar.

¿O acaso nunca le ha ocurrido que, cuando ocurren fuertes sismos, de esos que provocan cortes de luz, usted no encuentra pilas por ninguna parte? ¿O que, en la oscuridad, no halla linternas y tiene que andar buscando cabos de viejas velas en el cajón de la cocina? ¿Y cómo andamos con las radios a pila? ¿Tiene una a mano para enterarse de lo que pasa cuando no hay tele, teléfono y tambalea la conexión a las redes de internet?

Probablemente, la respuesta a todas estas preguntas no sea para nada satisfactoria. Hace algunas semanas, un grupo de especialistas explicaba a La Estrella que en Chile había una cultura de acordarse de los temblores y las medidas de prevención solamente cuando hay una reiteración de eventos sísmicos.

En las últimas horas, sin la reciente alerta de tsunami, probablemente no se hubiera vuelto a conversar en la casa acerca de dónde se reunirían cada uno de los integrantes en caso de terremoto y nadie le hubiese cambiado las pilas a la radio y la linterna. Ni hablar de agua para subsistir tres días, tiempo que se demora en levantarse el comercio en caso de terremoto, ni menos tenencias de alimentos no perecibles.

Para ese tipo de emergencias, diversas empresas ofrecen los denominados "kits de sobrevivencia", los que se pueden encontrar en algunas tiendas del retail o, si lo prefiere, pedirlos por internet.

Una de las páginas que ofrece estos kits es www.response.cl, lugar en donde existen distintos productos enfocados en áreas como seguridad minera y marina, fuego y el rescate, además de emergencias médicas y artículos de uso militar o de policía, pero son los artículos de supervivencia los que llaman más la atención de todos los usuarios.

Uno de ellos, es el kit de emergencia básico "Backpack", el que está disponible en sets de una a cuatro personas. El más pequeño tiene un peso de tres kilos e incluye una mochila, una barra de alimentos de 2 mil 400 calorías y cinco años de duración, una manta isotérmica, seis bolsas de agua de 125 milímetros que dura cinco años, un kit de primeros auxilios de 54 piezas, una linterna a dínamo con radio y un silbato. Su valor, según se puede ver en la página web, es de 27 mil 900 pesos más IVA.

El pack para cuatro personas, ideal para una familia tipo, pesa once kilos y considera los mismos implementos, pero multiplicados por cuatro. Cuesta 39 mil 496 pesos más IVA.

Ahora, si usted quiere y puede adquirir mayor cantidad de elementos, existen kits de supervivencia más costosos y que van desde los 45 mil pesos más IVA para una persona a los 68 mil 67 pesos más Impuesto al Valor Agregado para cuatro.

En este caso, cada kit contiene una linterna, dos pilas alcalinas tamaño "D", una tienda de campaña para dos personas, un cordel de náilon de quince metros, una barra de luz que dura doce horas, un botiquín de 54 piezas, 50 tabletas purificadores de agua, 50 fósforos impermeables, un cuchillo útil, un silbato, una radio AM/FM con pilas, una estufa de campista y un par de guantes de cuero.

A todo eso se le suman, de forma variable dependiendo de la cantidad de personas, las barras de comidas, mantas isotérmicas, bolsas de agua, mascarillas para polvo, ponchos para lluvia y la respectiva mochila.

Otro sitio es www.supervivencia2012.cl, en el que la oferta es similar y también puede adquirir, de forma independiente, linternas solares, botiquines de primeros auxilios (con un valor de 24 mil pesos), mantas isotérmicas, agua envasada y todo lo necesario para no pasar frío, hambre o desesperación en los instantes posteriores a un sismo de importancia.

La comunicación con los familiares y seres queridos es un tema crítico después de los temblores, ya que las redes de telefonía celular simplemente colapsan.

La empresa Tesacom tiene una solución antes inalcanzable, pero que hoy está al menos al alcance del bolsillo en cómodas cuotas: el teléfono satelital.

Consignemos que es una tecnología cuyas antenas están en el espacio, por lo que si no hay luz, el teléfono funcionará igual, pues no necesitará antenas en tierra para recepcionar y transmitir la señal. Eso sí, en honor a la verdad, funcionará si llama a una persona dentro del área afectada que tenga otro satelital, o simplemente si llama a una zona en donde haya energía eléctrica. Es decir, si hay un megasismo en la zona sur y su familia está en el norte, a través de su teléfono usted podrá llamarles, pues allá habrá electricidad.

Christian Gerhard es gerente de la empresa Tesacom y por estos días ha visto dos hechos no menores en la compañía que lidera: la primera, que los teléfonos satelitales comienzan a ser probados con la reiteración de los sismos de importancia, y segundo, que aumenta la demanda por arriendo y adquisición de equipos.

Gerhard señala que hay una tendencia a la baja en los precios de estos equipos. "Está mucho más barato que hace cinco años, pero igualmente la telefonía satelital solo podría ser opción en caso de emergencia", cuenta el profesional, cuya compañía centra su venta en las compañías navieras, mineras, salmoneras e instituciones del Estado. Aunque hoy en día, el arriendo de equipos y su adquisición por particulares ha tenido un explosivo aumento.

"Los valores son súper atractivos. La gente se engaña porque antes era muy caro; el modelo más económico hoy cuesta unos 900 dólares, es decir, 495 mil pesos, lo que anda por ahí por el precio de una tablet de último modelo o uno de los iPhone más modernos", señala el ejecutivo.

El costo del minuto va entre los 560 y los 900 pesos. "Si viajas a Argentina con tu celular, el roaming es más caro que haber llamado desde tu teléfono satelital", consigna.

Existen prepagos con una duración de un año, que consideran 500 minutos por un valor total de unos 700 mil pesos.

Ahora, si quiere tener un servicio de postpago, existen planes de 56 dólares, que dejan el teléfono listo para utilizarlo en cualquier momento, por un costo de 900 pesos el minuto. "Esto quiere decir que, por 25 mil pesos, tú lo puedes usar cuando lo necesites", agrega el ejecutivo, quien aclara que el costo de la llamada hacia el teléfono es alto, pues las compañías cobran un valor adicional.

"Llamar a un teléfono satelital cuesta 2 o 3 mil pesos, pero eso casi nunca se da, porque el teléfono para funcionar debe estar prendido, con la antena extendida y al aire libre. Ahora las llamadas entre teléfonos satelitales cuestan menos de un dólar", puntualiza el profesional.

Como hablamos de supervivencia, en la empresa también venden mochilas solares para proveer de energía a los teléfonos, los que además de voz ofrecen navegación por internet y, en el caso de los equipos más avanzados, GPS, tracking (rastreo a distancia), SMS y hasta un botón de pánico que avisa ubicación en caso de emergencia una lista prefijada de teléfonos.

Los satelitales no solamente se venden para catástrofes, sino que también para vacaciones, cuando muchos se internan en lugares en donde los celulares no reaccionan y donde se pueden sufrir emergencias tan domésticas como quedar en panne.

"Nosotros arrendamos el servicio y el teléfono para vacaciones y nos ha ido bien. Por día se cobran 10 dólares, se carga una tarjeta y se pide un cheque en garantía y se lleva el equipo", cuenta Gerhard, quien asegura que, por quince días, el servicio costará unos 75 mil pesos. Ahora, si se le acaba la recarga, existe un número gratuito desde los equipos satelitales en donde se puede hacer la recarga de más minutos. J

l El equipo más barato es el satelital IsatPhone Pro y su costo, de 890 dólares, incluye una tarjeta con 250 minutos para llamar y un estuche Pelican. El modelo cuenta con GPS, su batería rinde 100 horas en el modo stand by y cerca de 8 horas de comunicación continúa. Su peso es de 300 gramos e incluye Bluetooth para uso de manos libres, buzón de voz y capacidad para enviar y recibir mensajes de texto y correo electrónico.

El Iridium Extreme es el teléfono satelital más caro que vende Tesacom. Su valor es de mil 995 dólares, monto al que se debe agregar el precio del respectivo plan de llamadas. El equipo considera GPS habilitado, tecla de emergencia (SOS) programable para búsqueda y rescate, y capacidad para enviar datos de rastreo.

Así, y usando Google Maps, es posible que el usuario haga llegar, mediante mensaje de texto, su posición exacta para solicitar ayuda en caso de peligro. Pesa 247 gramos y su batería dura 30 horas en la modalidad stand by y cuatro horas en conversación.