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Chilotes describen cómo vivieron el fuerte terremoto en el norte del país

Isleños residentes en esa zona y familiares del Archipiélago narraron la experiencia.

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l Pedro Andrade Araos

Si bien no se percibió en el territorio como fue el 27/F de hace cuatro años, el movimiento sísmico de 8,2 grados que azotó la zona norte del país sí provocó preocupación local, sobre todo por las situaciones de nerviosismo y alerta en residentes chilotes en el norte.

Verónica Soto, hermana del comunicador castreño Jorge Soto, quien reside en la capital de la Región de Tarapacá, vía telefónica señaló la mañana de ayer que "estamos bien. Las niñas salieron a dar una vuelta porque nosotros no tenemos idea de lo que sucedió realmente. Si el mar subió, si está con la cota normal, no sé, entonces van a ir a mirar más abajo, porque estamos con puras noticias pero nada concreto".

Tras enterarse del terremoto y la magnitud de la catástrofe, Soto, realizó infructuosos intentos por contactarse con su hermana, concretándose un par de horas después de ocurrido el gran movimiento telúrico.

"De repente me llamó mi otra hermana, que vive acá en Castro, con un ataque de histeria y me dijo: 'Tembló, está la embarrá, la Verónica está sola en su casa'", señaló y agregó que en esos instantes intentó llamarla "pero el teléfono no me funcionaba".

Soto afirmó que finalmente pudo establecer contacto con su familiar luego de varios intentos. "Ahí me contó que estaba tranquila, en la puerta, que las hijas habían llegado, que estaba todo oscuro y que la gente se gritaba unos con otros los nombres, porque se perdían al caminar", indicó.

Según precisó el isleño, su pariente observó que el proceso de evacuación se vivió "de forma desordenada. Sin embargo, ella como ingeniera mecánico, realizó un estudio de seguridad (frente a un terremoto), por lo que sabía cómo actuar".

Su hermana, Verónica, destacó que luego de ocurrido el terremoto, 10 minutos después, "se levantó un polvo como una nieblina, y surgió un olor a mar muy fuerte, parecía que uno lo tenía aquí mismo".

El conocido animador radial de Radio Positiva en Chiloé, Mauricio Palacios, también vivió momentos de tensión. Sucedieron al intentar comunicarse con su primo y tío, este último hospitalizado en el Hospital Regional de Iquique al momento de terremoto.

"Al momento intenté comunicarme por teléfono con mi primo, pero las comunicaciones estaban terribles. Algo me contó que estaban en el piso 7 de un edificio de 14 pisos, por lo que tuvieron que subir a la azotea, y no se podían comunicar con mi tío", aseguró.

Palacios añadió que a través de las redes sociales y medios de comunicación supo de las formas de evacuación, pudiendo su primo "a eso de la madrugada, contactarse con mi tío, quien les informó que estaba en el mismo hospital, pero reubicados. Por suerte el hospital no sufrió cortes de luz, ya que tiene sus propios generadores", puntualizó.

Asimismo, el castreño Santiago Contreras, quien tiene a su hermano Óscar, viviendo en Arica, mencionó que tras varios intentos fallidos de familiares, lograron comunicarse con su pariente, quien catalagó que "habían pasado un buen susto, porque duró más de un minuto y medio. Se le cayeron cosas, el televisor, pero nada más. Pero después nos enteramos que estaba todo bien". J

l Más de una sorpresa se llevó la ancuditana Luz María Oyarzo, de Ecoturismo Puñihuil, quien se encontraba en Tacna, Perú, al momento del terremoto. Según sostuvo la chilota, "se sintió muy fuerte. Yo no me asusté en realidad, no lo encontré tanto, pero justo veíamos saliendo para Chile, así que de ahí nos venimos inmediatamente". Oyarzo añadió que en ese momento "las fronteras estaban abiertas, nos dejaron pasar ni ningún trámite y llegamos a Arica para abastecernos de bencina y nos encontramos con que estaba toda la población en los cerros por la alerta de tsunami". Al momento del contacto, se encontraba en Iquique con rumbo a la Isla.