Club Aéreo de Ancud apuesta por reactivación
Abrirse a la comunidad es el propósito de la directiva de la institución que ofrece diversos servicios aeronáuticos y beneficios para los vecinos.
l César Cárdenas Ruiz
El Club Aéreo de Ancud es una organización de derecho privado sin fines de lucro, que tiene por misión fomentar la aviación civil en la comuna y proporcionar la reserva de pilotos, a través de sus cursos de formación y perfeccionamiento.
Una parte fundamental de la entidad son los cursos de vuelo, los que tienen por objeto impartir, de acuerdo con los estatutos y reglamentos de la Dirección General de Aeronáutica Civil, la instrucción teórica y práctica del vuelo a los alumnos pilotos que sean socios del club.
El hangar ubicado en el sector rural de Pupelde, distante a 8 kilómetros del radio urbano de la ciudad, cumple un rol fundamental para el funcionamiento del club. Estas dependencias velan por el buen funcionamiento del material de vuelo y su respectivo mantenimiento. A los aviones sometidos a revisión se les debe realizar un vuelo de verificación o de prueba para comprobar el estado de aeronavegabilidad. Esta labor es desempeñada por los propios pilotos de la institución.
Los integrantes del Club Aéreo de Ancud, fundado en 1942, quieren volver a reactivarse tras un receso de aproximadamente dos años. Con gran entusiasmo y alegría, estos fanáticos de las alturas sostienen que la principal idea es generar nuevos pilotos y que se retome la llamada "escuela de vuelo".
Según explican, la intención es fortalecer todas las vías de conexión con el continente, prestando importantes servicios mediante una labor silenciosa, que solamente irrumpe con el rugir de sus motores, actividad de pronto poco conocida para algunos como el traslado enfermos en aviones ambulancia o evacuación aeromédica, cursos de vuelo, búsqueda de embarcaciones, prospecciones forestales y exploración de la marea café para la industria salmonera, además de ser una real alternativa turística para conocer los rincones tanto de la comuna de Ancud como de la Isla Grande de Chiloé.
"Lo que queremos hacer como club es poder reactivarlo, acercarnos más a la comunidad; mucho tiempo estuvo el club en stand by y pretendemos ahora abrirnos a la comunidad, ya se han prestado servicios en asuntos de la Conaf, viajes en caso de alguna persona enferma grave, llevarla a Puerto Montt, obviamente si el tiempo nos acompaña", sostuvo Robinson Fernández, actual timonel de la agrupación.
El presidente detalló las razones que mantuvieron parada la actividad aeronáutica en la comuna del Pudeto. "Este club estuvo sin funcionamiento, desgraciadamente porque un avión estaba en mantención y costó mucho traer los implementos y accesorios desde Estados Unidos que nos hacían falta", justificó.
Por su parte, Sonia Pérez, integrante del club y secretaria de la actual directiva, indicó que "soy socia hace 2 años y vine porque tenía muchas ganas de hacer el curso de piloto, creo que es una actividad hermosa para la comuna, creo que hay que promocionar más, creo que hay que traer gente más joven, ir a los colegios, tenemos muchas ganas de hacer cosas con esta nueva directiva".
Gabriel González, con casi una década de experiencia piloteando avionetas, aseguró que ser partícipe del Club Aéreo de Ancud es un sueño de niñez. "Yo vuelo desde el año 2004 y ha sido un sueño de toda la vida, y es lo más difícil y lo más entretenido y agradable que hecho en mi vida, es difícil porque se juntan muchas leyes de física que se contradicen, pero es agradable porque es como cumplir el sueño de la humanidad", manifestó.
En tanto, Claudio Breit es uno de los socios insignes del club; es dueño de una de las dos avionetas que hoy en día se encuentran operativas. "Soy socio del club hace ocho años, desde que traje la avioneta; acá aprovechamos de disfrutar de los bonitos paisajes, pero la utilidad de esto no es solo el hobby, aquí ayudamos a la comunidad cuando hay emergencias", precisó.
Otra de las integrantes que cumple una función fundamental al interior de la entidad chilota es Iris Villarroel, quien se desempeña como cuidadora del Aeródromo Pupelde. "Yo soy la cuidadora del club aéreo, esta es una experiencia muy bonita, excelente, estoy hace un año y medio acá y tratando de hacer cumplir mi misión", compartió, junto con manifestar que "debo tener aseado, limpio el hangar, necesitamos como ancuditanos un club aéreo acá, que funcione, que haga actividades, que se levante porque es algo importante para la ciudad".
Además de las anteriores, de las iniciativas que se busca recuperar con la reactivación del Club Aéreo de Ancud es la ejecución del programa "Aguiluchos del Aire", el cual desde su creación en el 2006 premia a los niños con los mejores rendimientos académicos de cada comuna, incluyendo transporte, alimentación, charlas sobre aeronáutica y 15 minutos de vuelo para los menores.
Marcos Arellano, presidente de la Federación Aérea de Chile, Fedach, manifestó que "esperamos poder motivar a los niños a emprender grandes 'vuelos' en sus vidas".
Las personas que estén interesadas en ser partícipe del Club Aéreo de Ancud pueden acercarse al hangar ubicado en Pupelde y solicitar entrevistas con los directivos de la organización ancuditana. Actualmente son 12 los socios que buscan reposicionar a la comuna del Pudeto como uno de las principales atractivos aeronáuticos de Chiloé. J