Cómo evitar una intoxicación y qué hacer cuando ya es muy tarde
Lo principal es comer pescados y mariscos cocidos y mantener la cadena de frío.
l Camila Infanta S.
En Semana Santa el consumo de pescados y mariscos sube. Sube en precio y sube en consumo, lo que hace que muchos opten por comprar en lugares no correctamente habilitados para ello y hace que finalmente ese placer al paladar se transforme en un problema estomacal. Para ello, entregamos formas de evitar la intoxicación y qué hacer cuando ya es demasiado tarde.
Según explicó Katherin Falck, médica gestora de calidad de la empresa Help, hay que comerlos cocidos. "Ningún alimento proveniente del mar debe ser ingerido crudo, pues así se minimiza la posibilidad de ser contagiado. El tiempo de cocción de los alimentos no puede ser inferior a los 5 minutos, ya que de ser menor a eso, la bacteria puede permanecer viva y producir el contagio", dijo la especialista.
Otro punto a considerar es respetar la cadena de frío, es decir, mantener el alimento siempre a una baja temperatura de forma que no favorezca la proliferación de algunos microorganismos. De todas formas, advierte Falck, existen bacterias resistentes incluso a la cocción, por ello hay que comprarlos en lugares autorizados.
Pese a la insistencia en los cuidados que se deben tener en estas fechas, es probable que aun así existan intoxicados. Y en ese caso, ¿qué hacer?
Según explicó a La Estrella, la nutrióloga y directora de nutrición y dietética de la Universidad de Los Andes, Eliana Reyes, lo primero es identificar los síntomas. "Si incluye vómitos y diarrea lo primero es hidratarse, con las distintas preparaciones del agua: sopa, aguas de yerba o mineral. Ahora, si hay dolor de estómago fuerte, no hay que comer nada y tomar antiespasmódico", aconsejó la especialista.
Agregó que cuando el dolor es muy fuerte y se acompaña de fiebre, hay que asistir a un centro asistencial de urgencia lo más pronto posible. J
l Según la Subsecretaría de Turismo, serán cerca de 2 millones de viajes se realizarán durante estos días. Por ello, Carlos Casella, gerente de servicios Chevrolet de Salinas y Fabres, asegura que los vehículos se deben revisar minuciosamente antes de un viaje seguro. Unas de las primeras cosas es revisar las pastillas de freno, las que en promedio se reemplazan cada 20 mil kilómetros y deben ser revisadas cada 10.000 km. Otro punto relevante es chequear estado de los neumáticos y el aire que estos tengan. También es importante mirar la refrigeración y el estado de las luces.