En Chiloé se comió la paella española
Fotos: C. espinosa/n. soto/M. muñoz
Atrás quedó el opaco episodio del 'Maracanazo' de 1989 tras el histórico triunfo ayer de la Roja de Sampaoli en el mismo recinto deportivo, luego del 2-0 ante la escuadra hispana.
Los chilotes salieron a las calles a expresar su alegría con bocinazos, gritos de júbilo y hasta marchas, lo que se transformó en una especie de catarsis colectiva.
'Me comí hasta las uñas', declaró Antonio Caipillán, quien junto a su familia no dudo salir de su casa para celebrar el histórico triunfo del combinado de Sampaoli.
'Estoy muy feliz, estamos viviendo un sueño y creo que ahora nos queda jugárnosla por salir primero del grupo, para no enfrentar en la ronda siguiente con Brasil', indicó el castreño.
En Ancud, como es tradición, convergieron los festejos en la Plaza de Armas con una algarabía desbordante. En el mismo el mismo lugar los vecinos analizaron el triunfo nacional.
Cristina López valoró el trabajo del elenco nacional. 'Estoy muy emocionada y me gustó que gane Chile. Lo más lindo del partido fue la defensa y vamos a salir campeón del mundo', expresó.
Ramón Herrera y su nieto saltaron de alegría y gritaron el '¡Viva Chile!'. 'Fue un partido muy vibrante y emocionante, ¡gracias, Chile por todo los que nos dieron! Destaco el coraje de los jugadores y sobre todo de 'Turboman', porque es de la U', expuso.
El escolar Patricio Barrientos contó que 'nos juntamos masivamente el gimnasio del colegio y gritamos y alentamos a Chile. Me gustó mucho cómo defendió la selección y después salía a contraataque'. J