Ni siquiera las palabras del presidente uruguayo, José Mujica, quien señaló que todo el país charrúa defendería a Luis Suárez, ayudaron a que la FIFA fuese benevolente en su castigo al delantero del Liverpool, quien mordió en el hombro a Giorgio Chiellini en el último partido disputado entre Uruguay e Italia.
El máximo organismo del fútbol mundial castigó a Suárez con la prohibición de disputar nueve partidos FIFA por su selección, una multa económica de 112 mil dólares y la suspensión de cuatro meses en los que no podrá jugar ni tampoco ingresar a ningún estadio de un país asociado a la Federación Internacional de Fútbol Asociación.
'No se puede tolerar este tipo de comportamiento en un terreno de juego, especialmente durante la Copa Mundial, donde cuando millones de personas tienen la vista puesta en los jugadores', señaló Claudio Sulser, presidente de la Comisión Disciplinaria del ente rector mundial.
Así se pone punto final a la participación de Suárez en el Mundial de Brasil, quien había sido la gran figura celeste en el triunfo uruguayo ante Inglaterra y principal protagonista de la clasificación uruguaya a octavos de final, donde los bicampeones mundiales se enfrentarán a Colombia este sábado a las 16 horas de nuestro país.
Tal como sucedió la temporada pasada, cuando Luis Suárez mordió al defensa del Chelsea Branislav Ivanovic, el Liverpool sufrirá con la ausencia de su gran figura, quien, esta vez, se perderá todos los duelos que los 'reds' disputen entre agosto y octubre.
Ante esto, y pensando en que el nombre de Suárez ronda hace tiempo en el horizonte de varios clubes grandes de Europa, en Liverpool se habrían decidido a venderlo, pensando en que la sanción aclara que el charrúa sí puede ser transferido. J
