l A 17 días de iniciado su estado de ayuno en una clara señal de presión, el interno Carlos Vera Solís (21) radicalizó su medida al tomar la decisión de iniciar una huelga de hambre seca en el Centro de Detención Preventiva de Castro.

El inculpado se encuentra formalizado por el Ministerio Público de Quellón por el delito de robo con intimidación en contra de un taxista en un hecho que se remonta al 30 de marzo.

De acuerdo a lo explicado por el alcaide del recinto penitenciario castreño, capitán de Gendarmería, Alejandro Méndez, el interno ha perdido hasta el momento seis kilos de masa corporal, situación que se suma al endurecimiento de la huelga.

Afirmó que 'a contar del 27 ya radicalizó su huelga presentando la documentación e iniciando una huelga seca, no consume ni alimentos ni líquidos'.

Méndez enfatizó que, a pesar de la evidente disminución en su peso, el imputado 'mantiene hasta el momento un buen estado de salud, claro que va asociado a la somnolencia y dolor muscular, pero su estado de salud aún es bueno, está en condiciones y no reviste hasta el momento ningún carácter de riesgo para su salud'.

Por intermedio de una carta, el propio imputado dio a conocer las razones de fondo que lo han llevado a llevar adelante una huelga de hambre seca 'llevándola hasta las últimas consecuencias'.

Agregó en el escrito que 'habiendo pruebas concretas que comprueban mi inocencia en el delito que se me imputa tanto la Fiscalía como el Juzgado de Quellón me declaran peligro para la sociedad'. El imputado aún no ha sido derivado al Hospital Augusto Riffart de Castro. J