l Serbia se convirtió este viernes en el segundo finalista del Mundial de Básquetbol. En un vibrante duelo disputado en Madrid venció por 90-85 a Francia y se convirtió así en el rival de Estados Unidos en el duelo que definirá al campeón.
Los serbios salieron más enchufados, con más ganas, con nervio, y suyas fueron las primeras ventajas. Todo con un protagonista en común: Milos Teodosic. El base serbio hizo y deshizo a su antojo, dirigió, anotó (18 puntos al descanso, 4 de 2 sin fallo y 3 de 4 triples), repartió asistencias (3) y, sobre todo, sobrevoló el Palacio de deportes madrileño con su calidad.
En el segundo tiempo, los serbios comenzaron a jugar con la ventaja y el reloj. Durmieron el partido, controlando el tempo, intercambiando canastas e impidiendo a Francia la reacción. J