La lucha por la cárcel que colinda con viviendas

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Pocos casos deben existir en Chile, si es que los hay, que al despertar una persona lo primero que ve por su ventana es un gendarme apostado en su torre de vigilancia. Un custodio a menos de tres metros de distancia de una casa y que vigila a más de un centenar de reclusos. Peculiar y preocupante escenario de seguridad que se produce en Castro, con una unidad penal ubicada en pleno centro de la ciudad y en medio de viviendas.