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Cientos de fieles de distintas comunidades católicas de la provincia celebraron ayer a la Inmaculada Concepción, tradicional fiesta mariana que tiene en Villa Quinchao su mayor festividad en Chiloé, en la iglesia Nuestra Señora de Gracia.

Al igual que en la comuna quinchaína, en otros puntos de las provincia los creyentes salieron con sus imágenes en procesión, dando fin de 30 días de actividades en el marco del Mes de María.

Dos fueron las misas que se realizaron ayer en Villa Quinchao, lugar que concentra el mayor número de fieles en este día. Una de ellas se realizó a las 9 y la central al mediodía, tras lo que se concentró una masiva procesión con las imágenes por la explanada del sector. En la jornada previa se efectuó la eucaristía del cambio del cabildo.

En Ancud los católicos también recorrieron las calles para honrar a la virgen María, saliendo en una procesión desde la Catedral y dirigiéndose al santuario El Carmelo, ubicado en el sector de Lechagua.

Según explicó el sacerdote Amado Garay, los vecinos se reunieron para brindar un homenaje. "Es muy importante recalcar que los católicos no adoramos a la Virgen. La veneramos como una mujer extraordinaria que suponemos que está en el cielo por el papel que le tocó desempeñar", apuntó.

CASTRO

Asimismo, en el sector alto de Castro los creyentes de comunidades como San Pablo, San Sebastián, Coihuinco, La Chacra, la sede parroquial, Lourdes y Sagrada Familia se sumaron a la celebración, específicamente en la población Salvador Allende.

El padre Luis Neum, de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, señaló que "el 8 de diciembre como cada año, las comunidades católicas se reúnen para dar gracias a Dios y, a la vez, permitirse un momento de oración y encuentro en torno a la figura de María, la madre de Jesús".

Igualmente, el sacerdote agregó que "quisimos estar en el sector alto de Castro, donde tradicionalmente no celebramos eucaristía, para rogar también por este sector y por lo que está pasando en él".

Los niños cumplieron un rol importante en este festejo, dando muestra de su fe al realizar su primera comunión. J