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Tal como lo temía, un sujeto quedó preso por su presunta responsabilidad en los ultrajes sistemáticos realizados contra su propia nieta en Quellón. Le suplicaba como pretexto a su víctima que no lo denunciara para no caer tras los barrotes, pero la menor, hoy con 15 años, reveló su pesadilla y posibilitó la acción judicial.

Los alcances de este nuevo y aberrante ataque sexual solo quedaron al descubierto en los últimos días. Atormentada por las agresiones que le arrebataron su inocencia, la niña contó a una amiga lo que sucedía al interior de su casa con su abuelo de parte de madre.

Así lo especificó el fiscal de la causa, Rodrigo Valladares, explicando que "la develación se produjo de manera espontánea por el componente emocional que acarrea este hecho y que no pudo manejar más la afectada. Tras hablar con sus amigas, ellas acuden a una tía de la víctima para dar cuento de esto".

Tras la crisis familiar gatillada por este caso, se produjo la denuncia ante Carabineros de la Subcomisaría recién este jueves. Con los antecedentes reunidos, el persecutor solicita una serie de diligencias a la Avanzada de la Policía de Investigaciones porteña, a cargo del subcomisario Álvaro Torres.

"Se toman declaraciones, se realizó la fijación fotográfica del sitio del suceso, con lo cual se reunió información que fue remitida al Ministerio Público", acotó el oficial, sumando que posteriormente se procedió a la aprehensión del obrero de 59 años, identificado con las iniciales S.A.M.M.

audiencia

En el juzgado mixto de Quellón, el fiscal Valladares formalizó una investigación contra el imputado por el delito de abuso sexual infantil consumado y en carácter de reiterado.

Debido a la gravedad de la pena asignada al delito y el peligro que constituye el individuo para la seguridad de la menor, el abogado solicitó la prisión preventiva, cautelar que fue acogida por el tribunal.

En la misma audiencia, el jurista expuso cómo el isleño intentó evitar la denuncia, manipulando a la víctima. Un típico proceder en estos casos.

"El hombre se victimizaba, diciendo que si iba a la cárcel lo iban a agredir, por ello le pedía que ocultara los hechos", detalló el profesional, especificando que las tocaciones se habrían registrado desde el 2008, cuando la niña apenas tenía 8 años, hasta julio del 2014.

Tres meses se decretaron para la investigación, tiempo en que se esperan los peritajes sexológicos y sicológicos a la menor. J