Feria parroquial aumenta su oferta para este verano
l Camila Pistacchio H.
Frente a la Plaza de Armas de Castro y al lado del templo patrimonial San Francisco, la feria artesanal de la Casa Parroquial abre sus puertas hasta el 28 de febrero con más variedades y nuevos puestos de venta, cuyo sello es ser cien por ciento de la zona.
Tejidos en lana, artículos en madera, chocolates artesanales, roscas chonchinas, mieles y mermeladas son algunos de los productos que se pueden encontrar en los más de 40 puestos ocupados por agrupaciones de artesanos o locatarios individuales, la mayoría de la comuna de Castro.
Magaly Asencio, que lleva ocho años vendiendo sus productos en este lugar durante el verano y el invierno, contó que en estas fechas "es muy buena la afluencia de público gracias a la buena ubicación que tenemos. Es un punto muy bueno de venta". Agregó que desde la apertura, el 2 de este mes, se ha visto notoriamente la llegada de más público en relación con el año pasado en la misma fecha.
Anaisa Herrera, presidenta de la agrupación Las Chilotitas y del llamado "Grupo de invierno" - formado por 13 socios que arriendan habitualmente los espacios de la parroquia-, también lleva varios años participando. Entre las primicias que tiene esta temporada están sus cojines rellenos de lana y decorados con originales diseños (20 mil pesos) y unas tejuelas recicladas de más de 60 años que decora con figuras hechas en lana natural (4 mil pesos).
Durante el año la creadora participa de varias ferias artesanales en Santiago y Chimbarongo, y en 2014 la Municipalidad de Castro la distinguió con el premio Identidad e Innovación.
En tanto, Mariela Alvarado y Julio Azócar forman parte de la agrupación Mesa Comunal de Artesanos, que cuenta con 10 socios activos. La particularidad de este colectivo es que "somos todos productores. La idea es no convertirse en un simple comerciante que compra y revende, sino que entregar un producto que uno mismo fabrica", comentó el emprendedor. J
l Julio Azócar y Mariela Alvarado presentan sus productos en un amplio mesón, donde, además de artesanía en lanas, tejidos a palillo y crochet, y trabajos en madera, ofrecen exclusivas mieles gourmet, donde destacan las de merquén, arándanos y avellanas. Los valores de sus productos van desde los mil a los 25 mil pesos cuando se trata de productos más elaborados. "Todos precios accesibles", agrega la expositora.