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"Facha" Martel ahora se dedica a manejar taxis

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Fernando Martel, el antiguo volante diestro de la selección e hijo postizo de Juvenal Olmos, es hoy en día un señor respetado en San Felipe. Dejó el fútbol hace 14 meses porque ninguna de las ofertas que recibió lo satisfizo e instaló una empresa de colectivos en su ciudad natal.

Tiene una flota de un número indeterminado de autos (prefiere no revelarlo) y cuando se aburre de estar sentado en una silla escribiendo números se sube a uno de ellos. El señor Martel, ex futbolista glorioso y dueño de una pequeña fortuna, pasa las tardes de calor recorriendo las calles sanfelipeñas con pasajeros anónimos abordo.

"Lo hago por hobby, para no aburrirme. Cuando me falla uno de mis choferes o tienen días libres, me subo", explica mientras toma sol en una playa de Ritoque.

Le decimos que Carlos Soto, presidente del Sifup, lo describió como un "tipo rápido para los negocios". Lo llenamos de elogios. Martel agradece y dice que, efectivamente, siempre se ha dedicado a ese rubro.

"Eso me ayudó a negociar bien los contratos cuando jugaba. Yo pedía una plata y si me ofrecían menos les decía 'muchas gracias, que les vaya bien'", añade.

-Sí, soy de mecha corta. No tengo mucha paciencia.

En paralelo, mientras no está sentado frente al volante, el empresario Martel corre en moto. Hace un año practica motocross y compite en torneos regionales. Opta por la modestia y evita reconocerse un experto. Aporta, eso sí, un dato doloroso. Hace una semana sufrió una caída en Ritoque que lo dejó con la espalda magullada. Mientras lo relata simula un gemido de dolor que nos conmueve.

Crisis en Cobreloa

Es un hombre sensible Martel. Por eso se confiesa afectado por el momento que vive Cobreloa, equipo con el que ganó dos campeonatos. Culpa a los dirigentes y denuncia un manejo inescrupuloso del club: "Es uno de los clubes más grandes de Chile y mira cómo está".

-¿A qué te refieres?

-Podría ser. Me interesaría un cargo de gestión, como gerente técnico. En el fútbol hay mucho tipo vivo.

-Es que hay muchos que tratan de pasarle gato por liebre a los dirigentes, que venden jugadores que no rinden.

Mientras Martel habla, aflora su lado social. Dice que el país está hundido en una tristeza crónica. Por eso, y da la impresión que mientras lo dice mira al cielo, ruega que a la selección le vaya bien en Copa América.

"Sería una forma linda de darle alegría a la gente. Con el fútbol nos olvidamos de los problemas", asegura.

-Tiene cuatro o cinco jugadores fuera de serie. Es mucho mejor que la nuestra. Pero, ¿sabes qué?

-Es fruto del manejo del fútbol. Harold (Mayne-Nicholls) lo ordenó y después llegó (Sergio) Jadue y mantuvo la idea. Con nosotros no pasó lo mismo.

-Sí, su gestión fue un desastre. A Juvenal (Olmos) lo cortaron en medio del proceso, no se le respetó como sí pasa con los técnicos extranjeros. J