Secciones

Encuentran sin vida en un río al conscripto desaparecido

E-mail Compartir

cronica@laestrellachiloe.cl

En el río Rahue, a la altura del puente viejo San Pedro, en la comuna de Osorno, fue encontrado el cuerpo sin vida del joven Antonio Matías Barría Alvarado (19), quien era buscado intensamente desde que desapareció el domingo 10 de este mes, luego de dejar mensajes presumiblemente de despedida.

Un ciclista que pasaba por el lugar, en las cercanías del Molino Rahue, fue quien divisó el cadáver del joven de familia biológica chilota flotando en las aguas, por lo que dio aviso a Carabineros, cuyos efectivos de la Subcomisaría de Rahue rescataron el cuerpo y corroboraron la identidad del extraviado conscripto del Regimiento Arauco.

Primeras observaciones de la policía uniformada establecieron que se trató de Barría Alvarado, lo cual fue confirmado minutos más tarde por su madre y hermanas adoptivas, quienes lo reconocieron físicamente.

"Vamos a esperar el informe de la autopsia y el resultado toxicológico que se realizará en el Servicio Médico Legal", indicó la fiscal de Osorno María Angélica de Miguel, quien instruyó el procedimiento.

La familia chilota del adolescente había iniciado, ante su desaparición, una campaña para dar con él, a través de redes sociales y carteles en distintos puntos de la provincia insular.

segundo calvario

La muerte del joven significa la segunda desgracia que estos ancuditanos deben enfrentar en los últimos años y también la segunda vez que no pueden enterrar cerca de su lugar de residencia a un ser querido, para poder llevarle flores y visitar su tumba.

En agosto del 2010 la pareja de su madre, Pedro Valentín Arismendi Robarte, resultó fallecida en un atropello en Chonchi. "Con él nunca se hizo justicia, porque nunca hubo culpable de su muerte", comenta Vitarlina Alvarado, progenitora de Antonio. "A él lo atropellaron y como no estábamos casados ni teníamos plata su familia lo enterró en otro lado y no podemos visitarlo", sumó a su sentido reclamo.

Precisamente el conscripto, cuya familia adoptiva reside en el sector rural de Las Lumas -a 11 kilómetros de Osorno por la Ruta 215 a Puyehue-, será sepultado en el continente.

Alvarado, quien es madre biológica y legal de Antonio, a los 2 años del pequeño lo dejó en manos de los patrones del fundo donde junto a su familia trabajaba de inquilina. "Uno a veces no tiene los recursos para darles mayor bienestar a sus hijos y opta por esto", reconoce, advirtiendo que "él sabe que tiene dos madres".

Pasaron los años y la joven progenitora emigró a Ancud. La geografía fue haciendo más distantes los encuentros con su hijo mayor, tanto así que a la fecha de su desaparición ya hacía un año sin verse. No obstante, las hermanas chilotas mantenían contacto regular con Antonio a través de las redes sociales.

traslado

Vitarlina viajó junto a sus hijas a Osorno al velorio y funeral del conscripto. "Me alegra, porque siquiera lo voy a poder despedir", dice la mayor de ellas, Angélica, resignándose a que -al igual que su padre de crianza-, su hermano definitivamente será sepultado en otras tierras.

Mientras la Fiscalía espera del SML local los resultados de los exámenes tanatológicos para establecer la causa exacta del deceso, el mismo organismo persecutor ordenó la indagación del caso a la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones de Osorno. J