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Mujeres chonchinas ven en el curtido del cuero un nuevo ingreso familiar

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clarenas@laestrellachiloe.cl

Aportar económicamente a la familia con una actividad que día a día ha alcanzado mayor interés espera un grupo de vecinas de la comuna de Chonchi que está participando de un curso dictado por la Fundación Prodemu.

Se trata de la curtiembre de cueros, pero no solo considera contar con distintas técnicas para lograrlo sino que también incorpora elementos de diseño y de habilitación personal, con el fin que las mujeres puedan comercializar estos productos.

En abril del año pasado las vecinas de la comuna de Chonchi comenzaron a participar de este curso, con talleres de desarrollo personal lo que permitió que algunas de las integrantes más tímidas del grupo socializaran con el resto, tras lo que vino la fase práctica.

Uno de los elementos destacados es que la curtiembre de cuero no es una actividad que comúnmente realicen las mujeres e, incluso, estos eran vendidos a precios muy bajos ya que no recibirían mayor atención, en cambio ahora su valor ha aumentado y con ello, también las oportunidades para este grupo de 20 chonchinas.

Patricia Guenumán, es una de las mujeres que forma parte de este curso, que actualmente se encuentra en la fase de técnicas del diseño y también es quien representa al grupo, el que consideró "muy bueno".

"El curso en sí es de curtiembre, pero venía primero una preparación personal. Hubo chicas que cuando llegaron apenas hablaban y para eso era la preparación y dio muchos resultados porque ahora vemos a un par de mujeres que eran bien tímidas expresándose libremente, entonces si quieren salir a vender no van a tener problema", afirmó la vecina.

En este sentido, la vocera expuso que "el cuero es un producto que nosotros antes tirábamos o se le daba muy poco uso, no tenía venta y era un producto que ya no se estaba ocupando, entonces el darle un uso, en mi caso que soy productora de oveja me permite tener entre 50 a 60 cueros por temporada".

CIERRE

Un aspecto resaltado en la ceremonia de cierre de la primera fase del curso fue que no solo las mujeres que participaron de la capacitación están involucradas en esta actividad, sino que permite que el resto de los miembros de la familia también se sumen.

"Yo he involucrado a mi familia en todo esto, porque ellos me ayudan a lavar a hacer todo el proceso y de alguna manera ellos se han involucrado y me consta que dentro del grupo a todas las mujeres les ha pasado lo mismo", puntualizó la productora.

Aunque indicó que en algunos momentos el trabajo se pone un tanto pesado para una mujer, la ayuda prestada por los familiares es fundamental para llegar al objetivo, ya que en la fase del pulido la paciencia que tienen las féminas permite alcanzar un mejor producto final.

Asimismo, expuso que "hace algunos días hubo una feria en la costanera y una de las alumnas vendió un cuero que llevó de muestra, que no lo quería vender porque todavía teníamos esta exposición y estamos recién comenzando y ella vendió su cuero en 30 mil pesos, es casi el valor de otro cordero más".

No es la primera vez que mujeres de la provincia participan en un curso de estas características, anteriormente lo hizo un grupo de vecinas de Quellón, aunque en esta ocasión se incorporaron elementos de diseño.

Así lo explicó Ximena Pardo, encargada provincial de Prodemu, quien argumentó que estos cursos se enmarcan en el programa "Aprendiendo a emprender" y en este caso el oficio consideraba la curtiembre de cuero.

OFICIO

"Este oficio es el curtido y diseño con cuero de oveja, entonces ellas quisieron hacer un alto para mostrar lo que han aprendido en esta primera etapa y ahora inmediatamente empieza la etapa de diseño que se va a extender por un mes todavía, el curso tiene más de 150 horas de capacitación", expresó la funcionaria.

Junto con ello, la misma fuente manifestó que "pensamos que el diseño era una parte muy importante porque si bien es cierto lo que hasta ahora han logrado son maravillosos cueros curtidos y que tienen un buen valor, absolutamente distintos al cuero que no tenía ningún trabajo, también es importante que ellas le puedan dar un valor agregado a ese mismo producto".

Luis Alberto Gallardo fue el instructor de este grupo de chonchinas y durante el tiempo que trabajó con ellas les enseñó dos técnicas distintas: una de ellas es el curtido en seco y la otra al agua.

"Ambas si se manejan bien, con mucho cariño y respecto, los trabajos salen buenos", sostuvo el agricultor, sumando que "este grupo fue muy bueno y fue un privilegio para mí poder trabajar con ellas".

Del mismo modo, Gallardo señaló que "por el hecho de ser mujeres, ellas son mucho más cuidadosas con los detalles que no son menos importantes, sobre todo en el peinado y eso es bueno", añadiendo que el curtido de cueros es una técnica poco utilizada en Chiloé.

"Yo la aprendí por necesidad hace cerca de 40 años en Magallanes porque se usaban capas para cubrirnos en las noches frías y también para confeccionar ropa como chalecos y perneras, entonces ahora se está rescatando acá, sabemos que otras personas también lo hacen, pero nosotros intentamos usar el mínimo de herramientas en nuestro trabajo, solo nuestras manos, algún peine y alguna lija", mencionó Gallardo.

Pamela Márquez fue una de las alumnas del curso al que llegó gracias a que su hermana le comentó que Prodemu estaba impartiendo esta capacitación de curtiembre.

"En un principio había que comenzar con el 'Aprendiendo a emprender' y ahí a mí me tincó esto del cuero y ha sido muy enriquecedor, yo personalmente jamás me imaginé que iba a estar curtiendo cuero, nunca lo pensé aunque siempre me llamó la atención", indicó la residente en el sector de Huillinco.

Igualmente, agregó que "faltaba que se dieran las oportunidades de poder combinar el trabajo, la casa, los niños y que se dé el espacio para poder asistir a los cursos porque es importante tomarlo y terminarlo".

Mónica Vásquez, también asistió a la iniciativa y considera que ha sido una gran oportunidad para el desarrollo de una actividad poco conocida.

La vecina del sector de Leuquetro destacó que "estoy fascinada con el curso, no sabía nada de esto, o sea soy campesina pero de curtiembre no tenía nada y he aprendido mucho, estoy contenta con lo que he logrado".

Este mes las mujeres concluyen el curso con las herramientas que aprenden de diseño, pero incluso previo a ello, ya estaban incorporando sus técnicas a otros trabajos como la confección de botones o aplicaciones en chalecos. J