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El número de inmigrantes que vive en Chile creció en un 129% entre el 2006 y el 2013, según informó ayer el Ministerio de Desarrollo Social, que reportó por primera vez los antecedentes que arrojó sobre este tema la última encuesta Casen.
El catastro estableció que en el territorio residen 354.581 personas nacidas en el extranjero, cifra que también es un 45% más que la exhibida el año 2011.
El desglose revela que un 33% de ellos proviene de Perú, el 15% de Argentina, el 13,8% de Colombia y el 4,8% de Ecuador. También establece que el 55,1% son mujeres y que la mayoría tiene entre 15 y 44 años de edad. El 66,4% de esta población se concentra en la Región Metropolitana, el 7,5% en Antofagasta, el 7,2% en Valparaíso y el 5,1% en Tarapacá.
El análisis efectuado por la Unidad de Migración del ministerio incluyó una comparación sobre algunas características de ambos tipos de población.
Uno de ellos es que la tasa de pobreza promedio por ingreso económico en los afuerinos es menor que la de los chilenos. En esa condición se encuentra el 10,7% de los inmigrantes, mientras que en el país el promedio es de 14,5%, según la última Casen. Sin embargo, cuando se mide la pobreza multidimensional, los extranjeros suben a un 25,2% y en los no inmigrantes llega al 20,3%.
Los afuerinos con menores ingresos del trabajo per cápita por hogar provienen de Perú y Bolivia, con poco más de $210.000 mensuales; seguidos de los argentinos, con menos de $285.000.
En educación, los inmigrantes tienen 12,6 años de escolaridad, mientras que los chilenos solo 10,7. Solo los bolivianos están a un nivel similar.
En trabajo, la tasa de ocupación entre los foráneos llega al 71,9% y la de los nacionales a un 52,8%. De quienes laboran, el 8,4% se desempeña en servicio doméstico, el 62,2% lo hace como empleado del sector privado o en la construcción y el 20% lo realiza a cuenta propia.
La ministra de Desarrollo Social, Fernanda Villegas, dijo que esta nueva información servirá "para abordar una realidad más allá de los estereotipos, prejuicios, mitos con datos concretos, relevantes para las políticas públicas, que confirman el incremento de la población migrante en Chile. Como ministerio teníamos la preocupación en torno a trabajar una línea de política social para estos grupos". J