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En Ancud le doblan la mano a la pobreza con capacitaciones a mujeres de escasos recursos

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cronica@laestrellachiloe.cl

Medio centenar de mujeres del Programa de Ingreso Ético Familiar de la comuna de Ancud acaban de terminar una serie de capacitaciones que pretenden cambiar el estigma de los usuarios de este beneficio, vistos como meros receptores de bonos, entregándoles herramientas duraderas que mejoren sus capacidades laborales.

La asistente social Paola Maldonado, encargada del programa en Ancud, detalla que en esa comuna existen un total de 450 usuarios del Ingreso Ético Familiar. La profesional recalca que esta iniciativa tiene uno de sus fuertes componentes en talleres, de los cuales advierte "recién estamos implementando, porque el ingreso ético, que nace del Programa Puente, se trabajaba en sesiones, asesorías sicosociales a través de asistentes sociales y ahora se han integrado otros profesionales".

La misma recalca que "lo que se está haciendo ahora es un sello de esta gestión, que es trabajar con las habilidades y las capacidades de las personas", destacando que "yo creo que lo más importante es rescatar y explotar el capital humano".

En la misma línea, la encargada detalla que la iniciativa es parte del enfoque de género del municipio de Ancud y que la idea es generar instancias que sirvan a los usuarios más allá de su egreso del Ingreso Ético Familiar.

"Podemos pasar por una crisis o una mala situación económica, pero esto es algo que jamás vamos a perder, porque es parte de nuestra esencia y es algo que no solamente tenemos que trabajar con los usuarios de los programas sociales, sino con toda la comunidad", afirma.

Acerca de la génesis de los talleres femeninos, la alcaldesa de Ancud, Soledad Moreno, detalla que "manifesté en algún minuto del año pasado, a Mauricio Henríquez -encargado de la Dirección de Desarrollo Comunitario de Ancud, Dideco- mi inquietud por la lejanía que existe y la poca asociatividad que hay con el programa de Ingreso Ético Familiar".

Fue en ese momento que el equipo municipal se habría abocado a generar una instancia participativa, que además generara habilidades entre las participantes y les sirviera en mejorar la situación socioeconómica de su núcleo familiar.

"Decidimos reunirnos en un desayuno con todas las personas beneficiadas y el equipo que lleva adelante el programa que me tocó conocer más de cerca, con un grupo de jóvenes realmente comprometido con la gente que atienden, y todo eso generó que a fines del 2014 la gente se manifestara favorable a reunirse entre ellos y ahí fue que decidimos impulsar estos tres talleres donde abordamos los temas de computación, corte y confección y repostería", recuerda la jefa comunal de la Nueva Mayoría.

La misma fuente confirma que en la gran mayoría de las familias intervenidas son jefas de hogar las que llevan el sustento y que tienen muchísimas dificultades. "No solo la capacitación es algo adicional, el que se junten y compartan sus problemas y vean que existen posibilidades de avanzar también es un objetivo y, en este mismo sentido, de compartir sus deseos y sus problemas, es que también tenemos programado un paseo a Puñihuil, que aunque es un lugar muy conocido, la gran mayoría de estas mujeres nunca han visitado", expone.

continuación

Moreno advierte que las capacitaciones se van a seguir implementando durante el resto del año. "Creo que vamos por buen camino, porque así lo he percibido en las personas que se han decidido a participar de estos talleres", recalca.

Mauricio Henríquez, el jefe de la Dideco, de la cual depende el Departamento Social del municipio y el Ingreso Ético Familiar, explica que "esta experiencia parte pensando en cómo complementamos el programa y que no sea que el usuario ingrese solamente para obtener el bono, sino que sea un programa donde las personas digan que egresaron del programa y no solamente 'recibí bonos', sino también herramientas efectivas que les permitan a ellos sobrevivir".

El funcionario comenta que hay favorecidas que han señalado que gracias al taller de corte y confección pudieron ahorrarse parte del uniforme de colegio de sus hijos. U otras que han contado que hicieron el curso de repostería y han podido emprender y vender kuchen, pan de Pascua o empanadas y han podido llevar más ingresos a su familia.

"Esa es la idea, que se complementa con que puedan descubrir habilidades que tenían ocultas y que están aflorando ahora. De eso se trata, complementar esta intervención al Programa de Ingreso Ético Familiar", arguye.

Henríquez expresa que la idea es que se genere por etapas y que las mujeres que no pudieron participar en estos talleres de enero y febrero lo puedan hacer en otros que irán desde marzo en adelante.

"También queremos que estos usuarios se vayan relacionando con otros departamentos del municipio y eso es un desafío para nosotros como profesionales, de que esa persona que se capacitó y ve una posibilidad de negocio en la repostería, por ejemplo, pueda dar un salto y la Unidad de Fomento Productivo también lo pueda apoyar y capacitar, y para eso la alcaldesa nos ha pedido como otro desafío para este año la nivelación de estudios", agrega el director del Desarrollo Comunitario.

monitora

Patricia Rodríguez, monitora del taller de repostería, por ejemplo, destaca el entusiasmo de las mujeres, señalando que "trabajan con mucho empeño y ya están preparadas para ejercer cualquier trabajo en este rubro y algunas ya lo están haciendo. Una de ellas ya está vendiendo kuchen y otra, tortas".

En el caso de María Barría, de Pudeto Bajo y una de las beneficiarias del programa, subraya que "uno aprende mucho, cosas que como dueña de casa no sabía, como el bizcochuelo o la masa para empanadas o la torta de hojas. Yo voy a tratar de hacer algo a futuro que me sirva de sustento y sobrevivencia para mi hogar".

Marianela Yáñez, en cambio, dice que ahora sabe cocinar desde dulces hasta preparaciones saladas. "Es muy bonito porque se aprende de todo y, en mi caso, yo voy a tratar de practicar en mi casa y realizar algún trabajo, para obtener mejores ingresos y ayudar a mi presupuesto familiar", manifiesta.

En el caso de Marina Yuduman, acota que ha aprendido a hacer distintos tipos de torta, entre ellas la denominada "amor", que tuvo mucha salida para el Día de los Enamorados. "Además, aprendí a elaborar pizas y empanadas, y quiero darle uso a lo aprendido, haciendo cosas para vender y obtener ingresos. Aparte de eso uno sale de la rutina y conoce nuevas personas", sentencia. J