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Hallan polvorín usado en Batalla de Mocopulli

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En el umbral de los 191 años de uno de los combates más recordados del período que culminó con la Anexión de Chiloé al territorio nacional, surgió en las últimas horas quizás uno de los hallazgos históricos de mayor significancia del último tiempo en la provincia, teniendo como epicentro al sector Mocopulli, en el norte de la comuna de Dalcahue.

Un polvorín o sitio de aprovisionamiento de armamento y pertrechos es la principal novedad descubierta a principios de esta semana durante las faenas de desmalezamiento del lugar a cargo de una cuadrilla de trabajadores del aseo y ornato.

Se trata de la evidencia más clara y símbolo de una epopeya que se remonta al 1 de abril de 1824 cuando el territorio chilote se encontraba aún bajo el dominio de la corona española.

Allí, a escasos metros de la Ruta 5 Sur y de un solitario monolito que rememora este pasaje histórico fue hallada esta oculta fortaleza en medio de la espesa vegetación y junto a otras obras empleadas por el llamado "Ejército Chilote".

Uno de los trabajadores, Pedro González, que efectuaba desde hace algunos días las tareas de limpieza jamás imaginó que sería protagonista del hallazgo de este sitio. Una vaga idea de lo que representó la batalla de Mocopulli explicada por historiadores locales es la única referencia que tenía el operario.

Tras extraer la espesa maleza, el obrero decide ingresar al polvorín. "Venía buscando entre las matas y vi este sector y dije: 'Me voy a meter porque puede haber algo', y claro, justo fue así y la encontré. Cuando estuve trabajando en el aeropuerto me habían contado que había una cueva y que había una entrada por el sur, pero más no sabía", explicó el dalcahuino.

perspectiva

¿Pero qué importancia tuvo este combate bélico ya en plena Independencia de Chile? ¿Cuál fue el papel que cumplieron lo chilotes? Son algunas de las interrogantes que aclara y argumenta el profesor de historia Luis Armando Bahamonde.

El docente y director del Museo Municipal de Dalcahue no trepidó un instante en llegar hasta la explanada en Mocopulli y caminar por un improvisado sendero hasta esta fortaleza.

Bahamonde mencionó que ya en 1812 se registraron los primeros combates entre fuerzas independentistas y las milicias chilotas que aún bajo el dominio español -al mando del brigadier Antonio Pareja- salían del Archipiélago rumbo al norte.

"Estos (emancipados y realistas) combaten en Rancagua, en Chillán, en Ayacucho en Alto Perú, en fin en distintos lugares", señaló el historiador.

En un resumen, el investigador evocó que en 1820 se desatan los primeros enfrentamientos en Chiloé entre los ejércitos chilotes e independentistas cuando la Escuadra Nacional atacó el Fuerte San Miguel de Ahui en Ancud con la misión de anexar estas islas al territorio, en una empresa que tuvo un rotundo fracaso.

Más de 500 milicianos chilotes resguardaban desde Castro al sur de la provincia con pleno conocimiento de los objetivos militares de las tropas chilenas al mando de lord Thomas Cochrane.

La base instalada en Mocopulli, con una vista panorámica estratégica, fue el inicio para hacer frente a dos enfrentamientos que comenzaron con el desembarco de las fuerzas nacionales la tarde del 31 de marzo de 1824. El primer acercamiento fue la antesala de una verdadera masacre en medio de la espesa vegetación de Dalcahue.

Bahamonde, en su relato, manifestó que "el 1 de abril inician su marcha entre Dalcahue y Astilleros por el camino histórico y aparecen por las llanuras que vienen desde Dalcahue a Mocopulli. Al mediodía se detienen y al querer iniciar su marcha con destino a Ancud se vieron sorpresivamente atacados por una lluvia de balas de los chilotes realistas que estaban escondidos en estos árboles, aquí en Mocopulli".

El sangriento combate estuvo marcado por errores de parte de los invasores, quienes delataron su presencia gracias a los sones de una banda de guerra, con la cual marchaban en medio del bosque. Una señal mortal aprovechada por los vigías locales y sus huestes.

Los pasajes históricos dan cuenta de la participación de hombres y mujeres de Chiloé que prolongaron una lucha que expiró cerca de las 6 de la tarde de aquella jornada en el sector de "El Cañoncito". "Yo creo que aquí hubo a lo menos unos 1.300 hombres entre ambos ejércitos. Este combate lo ganaron los chilotes, ya que el triunfo fue que no sigan (siguieran) avanzando hacia Ancud, por lo tanto, las tropas independentistas tuvieron que retomar su camino y reembarcarse en Dalcahue", aseguró el investigador.

El saldo dejó cerca de 300 muertos y unos 500 heridos en los dos bandos que se encontraron en aquella épica jornada.

Tres fosas ubicadas a escasos metros del polvorín develan un misterio y que el propio profesor dalcahuino descifra desde su propia perspectiva. Mientras observa a un costado de las excavaciones, Bahamonde remarcó que "hemos encontrado primero tres fosos, dos son donde seguramente se pudieron haber puesto en algún minuto las armas y los cadáveres, pero no sabemos si están acá".

Tampoco descartó que una de estas cavidades haya servido para mantener a los prisioneros de guerra en aquel período.

El bastión construido en Mocopulli fue fundamental para la protección de la resistencia local para acopiar armas, pertrechos y cerca de 50 personas. Una verdadera bóveda de unos 10 metros de longitud y más de 2 metros de altura y en directa conexión con estos pozos.

El historiador confesó que "es un momento muy emotivo para mí, ya que mi vida lo he dedicado a esto y encontrar todo eso que estamos viendo, la verdad que es el mayor premio que he recibido".

Por estos días, el sitio es despejado de matorrales y obstáculos naturales para que se convierta en un futuro cercano en un centro de interés.

RESCATE

Una hectárea conforma la superficie donde cada 1 de abril es evocada la Batalla de Mocopulli. Un monolito es hasta el momento la única evidencia que se emplaza en el sector, está a un costado de la Panamericana y no en los llanos, donde se supone ocurrió el combate.

Producto de la importancia de este hallazgo es que ya se piensa en colocar en valor el área para convertirse en un área de relevancia cultural e histórica, sobre todo para la atención de colegios y turistas.

Juan Alberto Pérez, alcalde de Dalcahue, expresó que "estamos haciendo las gestiones y la participación de los propietarios de este terreno en el interés de que esto se consolide definitivamente para el uso público y construir en el futuro elementos recordatorios de lo que fue la batalla de Mocopulli".

Pero el polvorín y otras tres excavaciones con fines bélicos no son los únicos vestigios hallados en esta zona para muchos aún desconocida.

"Se han encontrado armamentos y los implementos que se utilizaron de la artillería de aquella época y que están en el museo de la municipalidad (en la costanera de la ciudad)", explicó el edil.

Transformar el terreno en un espacio para actos públicos y de itinerancia cultural es la apuesta de actores políticos e investigadores que han abrazado con dedicación este desafío de poner en el sitial que se merece este recinto con sus vestigios que recuerdan una de las hazañas más importantes de las tropas chilotas de hace dos siglos.

Los trabajos de limpieza avanzan a pasos agigantados por una pequeña cuadrilla que ha contribuido con nuevos antecedentes a la historia local. Un nuevo episodio que será resaltado con mayor interés y emoción cuando la épica batalla de Mocopulli sea recordada una vez más en medio de un acto en las cercanías de la ruta el próximo 1 de abril. J