32 emprendedores isleños recibieron el sello Sipam Chiloé
l Carolina Larenas Faúndez
María Mansilla es ancuditana y desde hace años se dedica a la producción de hortalizas manteniendo la forma en la que las cultivaban sus antepasados. Ayer la vecina se convirtió en una de los 32 nuevos emprendedores que fueron certificados con el sello Sipam (Sistemas Ingeniosos de Patrimonio Agrícola Mundial) Chiloé.
"Vivo en el sector rural de Caulín y ahí produzco hortalizas, mermeladas y esto yo lo estaba peleando desde hace mucho tiempo, porque esto yo lo traigo de mis papás, de mis abuelos, entonces cada vez que venía a una charla que nos invitaba el Sipam yo me emocionaba y era como estar viendo a mis antepasados", expuso la emprendedora.
Ayer en Castro se realizó la ceremonia de entrega de certificación a las 32 personas que se suman a las 22 que ya habían conseguido el sello.
En este sentido, el gobernador de Chiloé, Pedro Bahamondez, expuso que "esta certificación busca mostrar las políticas públicas que se está realizando, así como la articulación público-privada con los mismos generadores de productos".
A su vez, la seremi de Agricultura, Pamela Bertín, señaló que "esta es nuestra segunda certificación y hoy nuestros agricultores tienen una marca, un sello propio de su cultura, para nosotros es muy importante y por eso estamos trabajando muy fuerte con nuestros servicios".
Durante el acto de certificación también fueron entregados los resultados del nodo Sipam apoyado por la Corporación de Fomento a la Producción, Corfo.
"Creo que lo que pasa en Chiloé motiva al entorno, esta es una oportunidad porque es un reconocimiento mundial y que reconoce no solo el ingenio patrimonial agrícola, sino que además se desenvuelve en una biodiversidad extraordinaria y con compromiso de la comunidad por su cultura", sostuvo Adolfo Alvial, director regional de Corfo. J
l Eve Crowley, representante regional adjunta para América Latina y el Caribe y representante de la FAO en Chile, explicó que una catástrofe como la del norte hace reconocer la importancia de modelos como Chiloé.
"Es un modelo integrado que no solamente toma en cuenta los aspectos económicos, sino que también ambientalmente sostenible, tomando en cuenta la biodiversidad y el aspecto social", expresó.
Dentro de los desafíos de este trabajo, el representante de la FAO nombró a el cambio climático, los problemas de falta de agua y plagas que afecta a la agricultura en Chile.