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Sangre aurinegra que nutre al JUD se reúne y dice: "No maten al Vial"

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pbarcenag@laestrellachiloe.cl

Corría el segundo lustro de los '90. Tres jóvenes valores constituían una verdadera columna vertebral del popular equipo ferroviario. Jaime Caro en la portería, Edgardo Abdala en la contención y Jorge Toledo, con su prodigiosa zurda, en la creación. Tres insignes del Club Almirante Arturo Fernández Vial que deleitaron con sus virtudes a los hinchas del cuadro de Concepción. Le dieron triunfos, gozaron con las alegrías del aurinegro de esos años, pero hoy sufren con la debacle institucional que tiene al club al borde de la extinción.

Tal como entonces, estos ex jugadores del "Eterno" volvieron a coincidir. Pero a más de 800 kilómetros de distancia. En la actualidad, integran las filas del Club Juventud Unidad Dalcahue (JUD) y desde Chiloé se han sumado a la extensiva campaña que se realiza para salvar la locomotora que está próxima a cumplir 112 años.

No están indiferentes a esta realidad del equipo de sus amores y no han dudado en levantar carteles, reunir gente y vociferar: "No maten al Vial".

El único que está radicado en la Isla Grande es Jaime Caro. El arquero de 39 años, quien defiende a la escuadra dalcahuina tanto en la categoría sénior como adulta, se reconoce un fanático aurinegro, pese a defender en dos ciclos a su tradicional rival, Deportes Concepción.

"Llegué con 15 años al Vialito, a primera infantil con Jorge Toledo", recordó el meta, sumando que de inmediato se impregnó de la pasión por esos colores. "Es el equipo del pueblo, de la pega, de la feria, del mercado de Concepción, la mayoría de la gente de allá es vialina", añade aún con emoción al rememorar esa época.

clásicos

Para ilustrar más su pasado por el histórico cuadro fundado en 1903, el guardavallas no duda en señalar que "jugué los clásicos verdaderos, con estadio lleno en Collao. Y jugué por los dos equipos, pero la gente vialina me recuerda con cariño, ya que sabe quién moja la camiseta".

Esa misma entrega espera Caro que se multiplique para impedir que los graves problemas administrativos, que comenzaron su período de crisis el 2012 cuando se dividió el club y luego fue desafiliado por millonarias deudas, terminen por sepultar más de un siglo de patrimonio futbolístico.

"El momento es complicado, la gente no quiere que desparezca. Vial es un equipo sufrido. Los problemas dirigenciales vienen de hace muchos años. Se debía plata y quebró el equipo, pero hay personas que tomaron el club y espero que se hagan cargo de la deuda... No puede morir el Vialito", indica el deportista.

Bajo este contexto, valora la campaña que se realiza en los medios de comunicación y las redes sociales para poner en evidencia esta situación y encontrar algún milagroso salvavidas.

"La iniciativa ha dado la vuelta al mundo y también se ve en Chiloé. Se llenó la plaza (de Castro) de gente que quiere al Vial y el mundo del fútbol está unido", manifiesta el portero.

CAÍDA

A pesar que vive en la capital de la Región del Bío Bío, Jorge Toledo (39) viaja en cada oportunidad que le toca vestir la camiseta albirroja del JUD en sénior. Incluso, este fin de semana puede coronarse nuevamente campeón de la categoría.

El volante fue el primero de estos tres vialinos en integrarse a las filas de la institución chilota, la cual está impregnada de sangre aurinegra.

Como rememora el volante, en 1991 ingresó con Jaime Caro a las huestes ferroviarias. "Estuve como hasta el '98, luego me fui a Huachipato por tres años y volví un año al Vial para después partir al extranjero", aclara.

De regreso de Indonesia, la realidad del conjunto de sus amores era muy compleja. "Da pena todo lo que está pasando, pero cuando regresé del extranjero ya se veían los problemas de como se estaba manejando el club", señala.

Asimismo, detalla que "el Vial era una de las instituciones más grandes de la zona centro-sur del país, en cuanto a gente e infraestructura, ya que tenía un complejo deportivo con dos canchas de fútbol, de futbolito, con multicanchas techadas, con piscinas, zonas de camping. Ello, sumado a la cantidad de gente, la hinchada, era inmenso, por eso verlo después con deudas, bajando de categoría era penoso".

Con esos recuerdos y toda su vida ligada a esos colores, para el talentoso mediocampista que aún mantiene intacta su técnica, la campaña que se realiza para rescatar al "Inmortal" de su debacle cala profundamente en su interior. Sin embargo, sabe que la realidad es diferente.

"Todo esto da entusiasmo y nos contagia para ayudar, aunque lo que se necesita es el tema monetario y no hay gente que pueda llegar, algún mecenas que venga con las 'lucas' para ayudar a la institución. Poco se puede hacer con juntar de firmas u otras cosas, aunque se puede visibilizar el tema", apunta.

Es más, dando un verdadero mazazo de sinceridad Toledo recalca que "la ANFP no va a dar su brazo a torcer por la deuda, puede condonar o llegar a un tipo de acuerdo, pero hacer vista gorda y dejarlos participar es muy difícil".

Consciente de esta realidad, Edgardo Abdala (36), quien llegó esta temporada a las filas del JUD para reforzar al plantel en el Regional de Clubes Campeones de la ANFA, siente como propio el dolor por el club que lo vio nacer en el plano deportivo en 1995. Ello, puesto que su última aventura con esa casaquilla fue hace apenas tres años, justo cuando la institución empezó a sufrir su más severo cataclismo administrativo.

El "Turco", desde su natal Monte Águila, enfatiza que tanto es su arraigo con el Vial que espera ser próximamente su técnico. Hoy se enfoca en que se solucionen los problemas dirigenciales y la ANFP pueda visar su participación en la Segunda División profesional.

"Nací en el Vial, fui capitán seis años y volví el 2012 a terminar mi carrera en el club. Por todo esto, se siente más triste lo que está viviendo la institución, por toda la gente que tiene, es uno de los clubes que tiene más adeptos de la Octava Región, con gente de mucho esfuerzo, sacrificio, que ha sufrido bastante", expresa el aguerrido volante.

afición

Es más, casi en una especie de regresión se sitúa en los encuentros que disputó en la segunda categoría del fútbol nacional con los aurinegros.

"Llevábamos 4 mil o 5 mil personas, que era normal pese a estar en la B... y los clásicos con el Conce eran a estadio lleno", asegura, sumando que "por eso, que esté en esta situación es complicado, pero lamentablemente todo esto es consecuencia de una mala administración. No es culpa de la gente que tomó ahora último el club, sino que viene de mucho antes".

Abdala espera que la próxima semana se programen los encuentros del JUD en la próxima fase del Regional, instancia a la que clasificó junto Comercio de Castro. Tras ello, regresaría a Chiloé para poner toda su fuerza en estos partidos. Un despliegue que marcó su estampa en el Vial y que busca transmitir en la campaña que se realiza para salvar al club penquista.

"Se ha visto el apoyo en todos los estadios y en todo el mundo. Hay una mentalidad y buscan salvarlo. Todos estamos participando de esa cruzada y la gente y dirigentes se dan cuenta de la importancia de Vial para la comunidad y la ciudad de Concepción", comenta el mediocampista.

Añade que "en Chiloé también hay vialinos", pero como hinchas o ex jugadores poco se puede hacer. "Uno está con los brazos cruzados, pero si puede apoyar con fotos o cualquier otra fórmula, encantado", aporta uno de los valores del tridente ferroviario (se puede sumar Álvaro Sarabia que jugó el 2001 en el "Almirante", pero que no se formó en ese club) que deja su huella en la Isla, esperando que el equipo de sus amores no baje la cortina. J