l Felipe Rioseco Z.
Nicolás Peric, informa Patricio Constancio -utilero histórico de Rangers y amigo del arquero- está oficialmente loco. ¿Diagnosticado, señor Constancio? "Loco, nada más. Si ese hueón es loco", responde.
Grita que Peric, generador innato de anticuerpos, es dueño de una mente levemente perturbada. Que su cerebro es impredecible. Que en su currículum se lee una serie de actos irracionales. Y que una vez lo golpeó en la nuca como muestra de cariño. Constancio, en ocho minutos, menciona 17 veces la palabra loco.
¿Qué tan loco?, insistimos. Y Constancio relata, de memoria, tres ejemplos. Una vez, dice, lo tomó de las piernas y lo paseó por todo el camarín. Otra, tomó tijeras y le cortó el pelo. Y en 2002, cuando Rangers visitó a Palestino, tras ser expulsado caminó al vestuario rompiendo todas las luces del túnel ("ampolleta por ampolleta"). Y esas, jura, son sólo una muestra pequeña de los episodios maniáticos del arquero.
Hoy, sin embargo, Peric es un hombre mesurado. Puntero y ad portas de un título inédito con Cobresal, el meta reboza tranquilidad. Los contados hinchas mineros vociferan su nombre, sus compañeros lo califican de referente, y Dalcio Giovagnoli le regala elogios. ¿Peric está por fin cuerdo?, se pregunta La Estrella. Y Constancio medita cuatro segundos. Luego responde:
-¡No!
-¿No?
-Sigue siendo el mismo loco de siempre. Y cuando a un loco le da la locura, uuuuuf.
-¿Es un loco peligroso?
-Yo diría un loco simpático, un payaso.
-¿Va a morir siendo un loco?
-Yo creo que es un personaje dentro del fútbol. Cuando se retire va a dejar de ser el Loco Peric y va a pasar a ser el Peric no más.
La locura
Hace exactamente dos años y 12 días Peric gritó públicamente que pensaba retirarse. El arbitraje, dijo, lo tenía estresado. Meses más tarde agredió a un camarógrafo de CDF y recibió siete fechas de castigo. Y en 2014 dejó Rangers acusando que le debían dinero.
Reacciones como esa, explican desde Talca, están lejos de ser inusuales. Su carácter, asegura un informante anónimo de La Estrella y ex dirigente de Rangers, a veces lo traiciona. ¿Es un personaje? "No, él es así", responde la voz.
-Explíquese.
-Una vez, por ejemplo, se le soltó la cadena con un periodista y lo echó del entrenamiento. El resto lo quedó mirando.
En el Nacional, y contra la Universidad de Chile, también regaló una escena maníaca. Minutos antes de un partido en 2012 saltó a la cancha a calentar vestido de rosado y en el acto hordas de hinchas eufóricos lo insultaron y pusieron en duda su virilidad.
"'¡Maraco, maraco!', le gritaron todos", recuerda el ex dirigente. Luego agrega: "Después se topa con Herrera y le dice: 'Johnny, la gente gritaba maraco y sabís que no te vi'. Lo mató de entrada". J
l Y es por su locura, precisamente, que en Cobresal califican a Nicolás Peric como uno de los bastiones de la campaña que tiene al equipo puntero con 30 puntos a 4 de su seguidor, Colo Colo.
Aseguran que el guardameta que no conoce la palabra presión. Que antes de los partidos claves regala confianza. Y que en las tres fechas que quedan será él el encargado de comandar al equipo.
De su mano, gritan, El Salvador sueña con hacerse con su primera estrella en el torneo.