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Empoderamiento de la maternidad

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Señor Director:

En pleno siglo XXI las mujeres están asumiendo un empoderamiento de su maternidad. ¿Qué significa esto exactamente?

Esto significa que las mujeres demandan ser protagonistas de su embarazo, parto, posparto y todo lo que conlleva su maternidad. Quieren ser libres a la hora de decidir cosas como quién puede acompañarlas, deambular durante las contracciones, las posturas a adoptar… Las mujeres embarazadas están situándose en un plano activo, están participando de todo el proceso y no simplemente dejándose llevar por el equipo obstétrico. Ya no admiten el modelo paternalista de atención a la salud. Esta tendencia es algo muy deseable por parte de todos los profesionales que atendemos a las mujeres en esta etapa de su vida.

Pero este empoderamiento, además, tiene otra visión. En la otra cara, los profesionales encontramos que cuando tomamos una decisión obstétrica que no calza con la idea de nacimiento que trae nuestra paciente, podría no ser bien acogida. Las técnicas como la episiotomía, rotura de membranas y uso de la oxitocina que son útiles y necesarias en determinados casos, parecen, más bien, un abuso de poder por nuestra parte.

Cuando un equipo obstétrico decide hacer uso de cualquiera de estas técnicas, lo hace porque lo ha pensado bien, ha tenido en cuenta beneficios y efectos secundarios, ha puesto en práctica toda su formación académica y todo lo que ha aprendido basándose en la evidencia científica.

¿Cómo podemos llegar a un término medio, a la situación ideal de que los profesionales de la salud puedan actuar con la libertad de tomar las mejores decisiones para cada una de sus pacientes, pero que a la vez las mujeres no sientan que están siendo objeto de "violencia obstétrica" por nuestra parte?

Creo que la clave se encuentra en una buena información y educación sanitaria. El empoderamiento de las mujeres respecto a su maternidad es un cambio magnífico, que debía darse debido al progreso de la sociedad actual. Pero también implica que para reclamar un papel más activo la mujer debe estar debidamente informada, a través de profesionales y de publicaciones serias. Asimismo, debe tener una buena educación en salud maternal, para tomar las mejores decisiones acerca de su maternidad y vivirla a su gusto.

Los profesionales también tenemos el deber de intentar aproximar lo máximo posible, y siempre que las condiciones del desarrollo del embarazo y nacimiento lo permitan, los requerimientos de la mujer y la mejor atención sanitaria basada en la evidencia científica.

Lo ideal es que el término de "Violencia Obstétrica" desaparezca de nuestro vocabulario para siempre.