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Niñita pierde la batalla y no logra concretar trasplante

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l M. Eugenia Núñez G.

Profundas escenas de dolor se vivieron en isla Caguach en la despedida de los restos de la menor de 14 años Daniela Belén Vargas Vargas, quien falleció el lunes último en el Hospital Augusto Riffart de Castro, de acuerdo a lo señalado por su hermana Andrea, producto de un infarto cardiaco, sin lograr la concreción de un posible trasplante.

La niña en el 2012 -según información entregada por el Hospital Base de Puerto Montt-, comenzó su tratamiento en el recinto con un diagnóstico de miocardiopatía dilatada: enfermedad en la que el corazón pierde su capacidad para bombear sangre de forma normal y se atrofia, insuficiencia cardiaca que le provoca accidentes vasculares constantes.

La escolar que en aquel entonces residía en Caguach, comuna de Quinchao, junto a su madre y su abuela interrumpe su tratamiento y debido a las condiciones de precariedad en que vivía, fue puesta a vivir con su tía materna en Dalcahue, desde donde el Tribunal de Familia de Castro dispone que sea incorporada a la red Sename a través del programa de Familias de Acogida Especializada (FAE) de la capital provincial.

Estando en este cuidado, durante 2014 es llevada a control médico rutinario por un resfrío, en el cual los médicos deciden realizarle exámenes que arrojan anomalías cardiacas.

De acuerdo a lo informado desde la dirección regional del Servicio Nacional de Menores, tras estos acontecimientos, la niña empeoró rápidamente su estado, siendo ingresada en el Hospital de Castro, desde donde fue derivada a la capital regional.

"Desde acá coordinamos reuniones con el director del Hospital de Puerto Montt, de quien recibimos todo su apoyo y el de sus profesionales para Daniela. Se gestionó que la niña fuese trasladada a Santiago para ser evaluada por la comisión clínica del Hospital de la Universidad Católica que evalúa a los pacientes para trasplante", expresó Pamela Soto, directora regional de Sename.

Acotó la funcionaria pública que "se hizo todo lo humana e institucionalmente posible. Lamentablemente, el daño que padecía pudo más y a pesar de los esfuerzos y de su propia lucha, la terminamos perdiendo. Es algo muy doloroso para todos, en especial para su familia".

Sumó la personera que "para nosotros como institución y como personas, la muerte de Daniela ha sido un hecho profundamente doloroso, yo personalmente la conocí y la visité en su hospitalización en Puerto Montt, me reuní con su hermana Andrea y su tía María, quienes estuvieron acompañándola en todo este proceso".

La autoridad confirmó además que en febrero de este año, la quinchaína fue regresada al recinto base puertomontino a la espera de los resultados de su evaluación en Santiago; no obstante, su estado clínico era crítico y ya poco se podía hacer.

LLAMADO

El pasado lunes 13 de abril la niña de 14 años fue enviada de regreso al nosocomio de Castro, en donde dejó de existir durante la tarde.

"Estamos como familia muy dolidos, no es fácil perder a un ser querido. Mi hermana falleció de un infarto cardiaco, tenía problemas severos al corazón. Se la llevó a Santiago por medio del Sename, allá le dijeron que no podía ser trasplantada", aseveró la hermana de la menor, Andrea Vargas.

"El tratamiento que recibió fue ya tarde, tenía muchos órganos ya comprometidos, la enfermedad había avanzado mucho; somos gente muy humilde, mis abuelos eran gente muy pobre, mi mamá tiene epilepsia; entonces, no había recursos para llevarla a un especialista", indicó la joven de 24 años.

La fuente compartió que "antes de su muerte, mi hermanita estuvo en coma, en riesgo vital en Puerto Montt, ya le quedaba poco de vida, luego la trasladaron a Castro, donde falleció".

La mujer añadió que lamenta que la precariedad económica en que viven muchas familias de sectores apartados del Archipiélago sea un detonante para que un ser querido no logre ser trasplantado oportunamente y de esa forma prolongar su vida.

"No quisiera que a ninguna niña le pase lo que vivió Daniela, que la pobreza sea un impedimento para vivir. Nosotros hemos sufrido mucho", esgrimió la dueña de casa, quien acompañó a su hermana en todo el periplo, y quien además solicitó al Sename que el cuerpo de Daniela fuese trasladado hasta Caguach, su isla de origen, en donde fue sepultada el miércoles junto a su abuela en el cementerio de la localidad.

"Lamentablemente, cuando uno es pobre no logra que te atiendan rápido como pudiera ser en una clínica, hay que esperar por una hora y luego la ficha te da días de atención y así pasan los días, los meses y la salud de tu ser querido se va debilitando; ojalá eso se arregle y nadie más pase por lo que yo pasé", acusó la isleña.

l Respecto al deceso de la menor, la directora regional del Sename, Pamela Soto (foto), aseguró que "en lo personal, no quisiera que ningún niño o niña pase por este tipo de situación, soy madre y como tal sé que estamos dispuestas a hacer todo por la salud y bienestar de nuestros hijos; es muy triste que a veces la vida y sus circunstancias nos abofeteen la cara y nos recuerden nuestras debilidades; solo me queda enviarle un abrazo a la familia, nuestros profesionales estuvieron con ellas en el funeral, pero lo más importante, estuvieron también en todo el proceso que le tocó vivir a Daniela".

"No quisiera que ningún niño o niña pase por esta situación",

Pamela Soto, directora regional de Sename.

"Es doloroso ver

cómo el tema de

los trasplantes

es lento, puedes

esperar años por

la donación de

un órgano y hay

gente que muere

esperando".

Andrea Vargas,