Enojarse al manejar sube el riesgo de accidentes
l Medios Regionales
La Universidad Iberoamericana Puebla es una reputada casa de estudios mexicana cuyos investigadores dicen estar muy preocupados sobre cómo los seres humanos manejan sus días de furia. El enojo, explican en Puebla, es uno de los fenómenos más complejos del hombre. Por eso, su Departamento de Ciencias ha dedicado horas de concentración a analizarlo.
Y una de las últimas aristas que han investigado es la relación de la furia con la actividad de manejar un vehículo. Según el perito en mal humor Raúl Alcázar Olán, el enojo se incrementa de manera directa cuando una persona conduce un auto. Esto, debido que se está en contacto con diversos estímulos de riesgo, tanto por las condiciones de la ciudad como por los otros conductores.
El mal genio de un conductor, explicó Alcázar, en una charla dictada a practicantes de la empresa Volkswagen de México, se puede manifestar desde insultos hasta agresiones físicas. De ahí que manejar en un estado de cólera aumenta exponencialmente las posibilidades de generar un accidente.
Cómo controlarlo
Lo primero para combatir el enojo al volante, dice el experto, es aceptar que las cosas no siempre salen como un quiere. Lo mejor, dice, es intentar relajarse, y para ello es recomendable detenerse unos minutos y respirar hondo. También es útil usar vías alternativas y conducir en horas de menor tráfico.
Los conductores, añade, deben ponerse en el lugar del otro y comprender que todos podemos tener un mal día. Escuche su música favorita, no se exalte innecesariamente y, sobre todo, tome decisiones frías y calculadas.
La universidad, además, elaboró un cuestionario sobre la evaluación del enojo en automovilistas. Esto, para definir tanto las causas más frecuentes como el riesgo al que se exponen. J
l Según la fundación española Mapfre, una de cada tres personas reconoce que siente miedo al manejar. Y la mayoría dijo que el origen del miedo está en la desconfianza que existe hacia la forma de conducir del resto. El 18%, incluso, dijo que sentía un "miedo paralizante". El análisis incluyó 1.500 entrevistas.