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Bahamonde: "La defensa de la cultura chilota es mi pasión"

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maria.nunez@laestrellachiloe.cl

Han sido días intensos para el presidente de la Red de Cultura de Chiloé, Armando Bahamonde, pues tras 45 años de servicio, una parte de ella como docente y otra como jefe del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Dalcahue, el reconocido investigador isleño jubiló. Pero como confidencia: "Sólo de mi trabajo, jamás de la defensa del Archipiélago".

-La verdad que bien, yo mismo pedí mi jubilación, consideré que era momento de devolverme a mí mismo un momento de tranquilidad, mi familia lo necesitaba. Son muchos veranos que no he podido estar con los míos. En una de las tantas despedidas que me hicieron, uno de mis hijos habló y le dijo a la gente que 'la verdad es que nuestro padre en años no existió para nosotros, porque estaba trabajando para las comunidades, especialmente para los más humildes. Le prestamos a nuestro papá por años a la gente'.

-Sólo renuncié a la formalidad de un trabajo. Yo tengo un compromiso de por vida con la cultura, yo nací para esto, no puedo abandonar lo que he realizado y por lo que tantas personas han creído. Mi corazón aún no me da licencia para abandonar esta pasión. La gente de mi generación sabe de lo que estoy hablando, que jamás renuncio a la defensa del patrimonio, como un Coché Molina, una Rosario Hueicha, Gerónimo Barría, entre muchos más. La defensa de la cultura chilota para mi es una pasión incontrolable, cuando se ve o escucha un acto de injusticia hacia nuestra gente o a la propia naturaleza, se sufre por ello y por tanto no puedo ser un ser pasivo ante ello. Todo lo que afecte a nuestra gente y hasta el día de nuestra muerte nos afectará también a quienes amamos la cultura.

-Creo que hay un gran problema. Somos los últimos eslabones de estas generaciones que ya se han ido. Somos pocos los que hacemos esta labor gratuitamente. Mucha gente cree que nos pagan como Red de Cultura de Chiloé y eso no es así; al contrario, la labor que hacemos es porque amamos lo que realizamos, todo lo hacemos de manera voluntaria y de corazón.

Ese recambio la verdad que cuesta que se concrete. Hay jóvenes que muestran interés pero solo un rato, no sabemos si podrán dedicar su vida a esto como lo hemos hecho nosotros, no sé si habrán personas que puedan asumir este compromiso, donde se puede perder mucho, en mi caso por decir lo que pienso hay personas que después me negaron el saludo, como así también autoridades y yo sabía que era porque me atreví a decir ciertas verdades.

Me da pena como desde el nivel central se imponen proyectos inconsultos, una democracia truncada porque no tiene una base de participación y eso a mí me entristece, como han sido los proyectos invasivos hacia el mar y nuestros campos, como la instalación de los parques eólicos, proyectos que no hacen otra cosa que dividir y debilitar a las comunidades y por eso es que el recambio se ve un poco complejo.

-La calidad de la educación en nuestra provincia es una de las luchas que hemos tenido como trabajadores de la cultura. Nuestra cultura es valorada a nivel internacional, no sólo por las iglesias sino por todo lo que es la Isla, su gente, costumbres y tradiciones.

Nosotros participamos en una mesa técnica con el Ministerio de Educación y con el gobernador de la época sobre la necesidad de un ramo de patrimonio, pues no podíamos dejarlo a voluntad del profesor si lo quería o no enseñar a sus alumnos, sino que debía estar instaurado en nuestras escuelas. Supimos que después de ello llegaron dineros a la Dirección Provincial de Educación para que en los colegios trabajen el patrimonio, lamentablemente nunca se nos informó de ello ni nos dejaron participar.

DESPEDIDAS

-He tenido muchas despedidas, es verdad. De hecho los últimos días en mi oficina de Dalcahue se llenó de regalos y flores. Estoy muy agradecido. A mí me da alegría y tristeza a la vez, porque hay un reconocimiento y valoración hacia mi trabajo, mucha gente entendió la lucha que por años emprendí y que sigo adelante. Eso me gustaría dejarle a las nuevas generaciones, que cuando uno se compromete debe ser trasparente y hay que hacerlo de corazón. J

biografía

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l Luis Armando Bahamonde Vera nació hace 66 años en San Juan, comuna de Dalcahue. Casado, con tres hijos y ocho nietos, este profesor normalista afirma que quiere ser recordado "por su amor sincero a la Isla".

Asimismo, añade que "cuando jubilé pensé ¿quiénes levantarán la voz después que nos hayamos ido?... eso a mí me preocupa. Tenemos que defender nuestra tierra porque es lo único que tenemos, hay que dejarle a nuestros nietos un mejor Chiloé y ese es justamente el trabajo que hoy debemos proyectar y me enorgullece que desde mi tribuna pude aportar con un granito de arena para que eso se pueda encaminar".