Catálogo visualiza trabajo de artesanos
maria.nunez@laestrellachiloe.cl
Con el objetivo de potenciar la artesanía como una de las manifestaciones artísticas más importantes y arraigadas de la idiosincrasia insular, la Municipalidad de Castro a través de su Departamento de Cultura y Oficina de Turismo realizó un catálogo que visibiliza la creación de diez destacados artesanos de la península de Rilán.
Representantes de las localidades de Puyán, La Estancia, Curahue, Yutuy, Chañihue, Rilán, Lev, Puacura y Aguantao forman parte de este proyecto que entre sus objetivos busca incrementar el trabajo de estos realizadores durante todo el año, invitando al turista a recorrer estos sectores, conociendo en terreno las obras que con sus manos estos hombres y mujeres realizan.
"Esta iniciativa surge hace dos años. En esa ocasión nos reunimos para analizar lo que estaba pasando con la producción y el comercio artesanal en Castro, donde el grueso de las actividades se concentra en el verano, lo cual es un gran problema, pues durante el año los artesanos quedan literalmente en condiciones muy difíciles para comercializar sus productos porque en Chiloé tenemos un turismo que es bastante estacional", explica Andrea Teiguel, encargada del Área Cultura Tradicional y Educación del Departamento de Cultura de la Municipalidad de Castro.
Esta nueva plataforma que además de estar disponible en forma tangible, también lo está en la web a través de los sitios que administra el municipio local y prontamente también en las páginas de los hoteles que existen en la comuna, pretende que no solamente el turismo pueda crecer en esta zona durante todo el año, sino que además los artesanos no continúen siendo perjudicados por las bajas ventas que registran por no contar con un espacio donde comercializar sus creaciones en la época invernal.
"Con esto también queremos generar una ruta de artesanos, que la gente recorra la península de Rilán y conozca cómo se confecciona por ejemplo un chal a telar, desde que la artesana esquila su oveja, lava la lana, la hila, la teje; en resumen, que el visitante pueda ver todo el proceso que conlleva la recolección de las materias primas con la cual se obtiene el producto final", indica la docente.
La selección de los primeros diez artesanos que protagonizan este catálogo se basó, entre otros aspectos, en su continua participación como expositores en la Feria de la Biodiversidad y en el Festival Costumbrista Chilote, además de ser productores durante las diversas estaciones del año y que hacen el proceso completo para la realización de sus creaciones.
SELECCIÓN
"Comenzamos con la península de Rilán, nuestro objetivo después es seguir haciendo esta iniciativa con otros artesanos rurales de la comuna, que al igual que estos primeros, tienen el problema de la visibilización", añade la profesional.
Fresia Miranda, Bernardita Ignao, Blanca Rogel, Horacio Barría, Luis Baes, Raúl Torres, Raúl Miranda, Enolfa Pérez, Luis Sánchez y Jaime Galindo son los hombres y mujeres presentes en este primer catálogo.
Al respecto, la creadora en cestería con fibras vegetales Enolfa Pérez, habitante del sector de Lev, asevera que esta iniciativa fue muy bien recibida por sus pares y por ella misma, pues en el invierno es muy difícil vender sus obras en manila o boqui.
"Me parece muy bien que mi trabajo como el de mis compañeros esté plasmado en esta revista porque así nos verán y comprenderán que hacemos nuestros trabajos a mano, fruto de nuestro propio esfuerzo", menciona la mujer que además ha incursionado en talleres para niños donde traspasa sus saberes tradicionales.
"Ser artesano no es una tarea fácil, más aún cuando los años pasan y las manos ya no te responden como antes. Yo he trabajado en esto desde que tengo juicio y con esto también saqué a mi familia adelante; hoy, sin embargo, a pesar de las ganas de seguir haciendo mis cosas, no puedo con la fluidez de antes pues tengo artritis, aunque igual le doy la pelea, no me la puede ganar esta enfermedad, tengo mucho que aportar todavía", manifiesta la dueña de casa.
Una opinión similar sostiene su símil de Yutuy Horacio Barría, cuyos tallados en madera y la confección de veleros han traspasado las fronteras naturales de la Isla.
"Yo llevo alrededor de quince años en este oficio y la base está en la imaginación, en la posibilidad de crear cosas nuevas que puedan ser atractivas a la vista del cliente, pero para ello el producto que se le presente debe estar bien hecho", subraya el isleño.
"Para mantenerme durante el año también hago pega de carpintería como arreglar muebles antiguos. En cuanto a esta iniciativa es muy positiva, porque si Dios quiere esto nos va ayudar a que tengamos una nueva entrada económica, quizás a través de encargos", puntualiza Barría.
En tanto, Bernardita Ignao, artesana del área textil, asegura estar feliz que esta sea una ayuda para que las nuevas generaciones conozcan también lo que hacen las personas del campo.
"Yo creo que puede resultar interesante que el turista y por qué no el mismo chilote de ciudad, vea como se esquila la oveja, luego se hila, más tarde se tiñe y después se teje la manta, yo por ejemplo hago el trabajo completo", aclara la creadora de muñecas y accesorios de vestir, cuyos tejidos son confeccionados a palillo y a telar de clavos.
turismo
Por su parte, el artista en madera con gran dominio de técnicas que dan vida a originales tazones, baúles y mates de alerce y ciprés, Raúl Torres, afirma que esta es una oportunidad para romper con la estacionalidad y, a la vez, para mostrar lo que se hace en los propios talleres o casas "a quienes nos quieran visitar y de esa forma potenciar también el turismo rural", expone.
"Este proyecto me encantó, de hecho, esta idea debería tomarla la gente que trabaja en turismo y hacer turismo vivencial. Es decir llevar a los visitantes a las casas-talleres de los artesanos, para que conozcan in situ el proceso de nuestro trabajo, que en mi caso es la reutilización de las tejuelas de alerce a través del reciclado", recalca el creador de Rilán.
Finalmente, Blanca Rogel, del sector de Curahue, a nombre de sus compañeros, agradeció el gesto emprendido por el consistorio, afirmando que es fundamental que esta labor, con lo que se ganan la vida, se visibilice para toda la comunidad.
"Para quienes somos artesanos es muy sacrificado el poder llegar hacer nuestras creaciones para que luego se puedan vender en Castro. Lo que el cliente ve ya terminado, con el diseño y colores paso por un proceso, que significó ir al campo a buscar las materias primas para que tiña, en mi caso, mis lanas, para que luego las pueda tejer y darle la forma de un chaleco", concluye la mujer, quien maneja diversas técnicas de tejido a palillo, crochet y telar de clavo o de kelwo.
El catálogo está a disposición del público en el Centro de Información Turística de Castro. J