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Sorprende el caso del hombre que habita en el puente Gamboa

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pbarcenag@laestrellachiloe.cl

"Deme 100 pesitos para pasar el frío". La frase de don José es una de las más pronunciadas por la mayoría de las personas en situación de calle en Castro. Su necesidad de comprar alcohol, la falta de una vivienda y los rigores del clima, son factores que los golpean a diario. Es el lastre que deben asumir por su condición y ante la falta de opciones para eludir este dramático presente.

El mismo "Pepe", quien dice tener poco más de 40 años aunque aparente más de 50, no quiere ser visto por sus familiares, a pesar que ellos ya lo olvidaron. Se esconde, no hable mucho. Solo reitera: "Caminamos y tomamos para entrar en calor". Y entre carcajadas se retira para seguir deambulando.

Como este indigente, existen otros 20 adultos que tienen en las plazas, pasajes y hasta en los puentes de Castro su hogar.

Tal como explicó el encargado del Cuadrante 1 de la Segunda Comisaría de Carabineros de la capital chilota, sargento Manuel Zapata, se realizó un catastro de estas personas. Aunque se definió el año pasado, se está actualizando. Incluso, ya se borró uno que tenía su nicho en la esquina de calles San Martín y Ramírez. Francoise Uribe Cuevas, falleció hace un mes.

El también integrante de la Oficina de Asuntos Comunitarios de la unidad base, enfatizó que "tratamos de contactarnos periódicamente con estas personas para ver cómo están, todo dentro de nuestro rol social. Buscamos la forma en que no permanezcan en la intemperie y si se puede las derivamos al cuartel o solicitamos la ambulancia para remitirlos al hospital".

Esta dinámica, como aseveró el uniformado, se debe a que la mayoría de estas olvidadas personalidades son alcohólicas y en grado avanzado.

Los principales puntos donde pululan, considerando que ya no existe la "Plaza de los Lores" en calle Magallanes, son el sector Lillo, la costanera por Pedro Montt y Juan Sarrat. También se los ve por el centro y frente al supermercado Express de Lider.

La mayoría de ellos tenía domicilio en Castro. Ya ni recuerdan la dirección, ya que por años la calle los ha cobijado. Sin embargo, en estos grupos no faltan los afuerinos. Visitantes o trabajadores que llegaron en busca de una oportunidad y que sucumbieron ante el alcohol, la pobreza y la falta de redes sociales y familiares.

orígenes

Dentro del listado que maneja la policía uniformada, se contabiliza a personas provenientes de Chillán, San Antonio, Huechuraba y La Florida. Y también, aunque se desconoce su identidad, existe un misterioso personaje que es diferente al resto. No vaga en grupo, no tiene como compañero al alcohol, sino que a un par de perros. Además, se las arregla para vivir bajo el puente Gamboa.

En una esquina del viaducto, este sujeto levantó con un par de palos y lienzos aportados por vecinos, su guarida. Aunque poco lo protege del frío y la lluvia, no ha cambiado de lugar. Desde marzo que lo han visto saliendo desde ese punto.

Así lo recuerda Claudio González, quien trabaja en el astillero del sector y que diariamente observa las peripecias de este personaje.

"No sería de Chiloé y es diferente a los otros indigentes. Anda bien vestido y nunca lo he visto 'copeteado', sino que siempre con sus perros", afirma el joven.

Otros testigos reconocen que lava su ropa en el mismo río Gamboa, que lo ven siempre hablando solo y que es más mañoso de lo normal. Incluso, hasta cocinando una jibia lo vieron los sorprendidos vecinos del sector.

Lo concreto es que este personaje tiene en la vía pública su hogar, como los otros que deambulan en Castro, sin tener la más mínima opción de encontrar el apoyo social para cambiar a un futuro menos desgarrador. J