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Trazando desafíos para los 160 años de Bomberos de Ancud

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José Cárcamo Ojeda, un reconocido vecino del norte de la Isla Grande de Chiloé, nació en la comuna de Ancud hace 55 años. Es casado, padre de dos hijos y abuelo de dos nietos. El profesor de enseñanza básica ingresó al Cuerpo de Bomberos de la ciudad del Pudeto en febrero de 1984, formando parte de la Tercera Compañía.

Su historia en la institución de emergencia está marcada por los más altos rangos a nivel local. Ya en su segundo día de voluntariado fue nombrado secretario de la unidad, para más tarde ser ayudante general de la comandancia, director de compañía, secretario general del cuerpo bomberil y comandante. No obstante, uno de sus principales orgullos fue el haberse convertido en superintendente de esta centenaria institución en el 2013.

Viniendo del mundo de la docencia, para Cárcamo siempre ha sido una de sus principales preocupaciones el lograr que los voluntarios de Bomberos de Ancud tengan la oportunidad de capacitarse constantemente en diferentes aspectos de esta labor de servicio a la comunidad.

Fue así como en el año 1991, junto a otros integrantes de la institución de la época, lograron que en Chiloé se impartiera uno de los primeros cursos de instructores de la Academia Nacional de Bomberos, organismo creado en 1988 no solo para entregar capacitación, sino que para actuar como un agente de educación. Para Cárcamo, este hecho significó lo que él denomina como el inicio de la "universidad para bomberos", transformándose en instructor, función que con mucho gusto sigue ejerciendo hasta la actualidad, traspasando toda su experiencia a los más jóvenes.

Este chilote ha formado parte de las filas bomberiles de Ancud por más de 30 años. Afirma que es muy distinto el ejercicio bomberil de antaño con lo que ocurre en la actualidad.

-Nosotros hoy día tenemos tres frentes que son como los más complejos: uno, siguen siendo los incendios estructurales hoy día con otra materialidad, más contaminantes, que también exigen otras situaciones especiales. Segundo, tenemos todo lo que es accidentabilidad de vehículos. Y, tercero, el tema de los materiales peligrosos que es una emergencia silenciosa; de repente, la comunidad ve a los bomberos trabajando por ahí y no sabe qué andan haciendo con un montón de equipos, porque afortunadamente nosotros mediante algunos proyectos logramos tener un equipamiento básico y de muy buen nivel para todas esas áreas especializadas. Nuestra unidad de rescate tiene gente capacitada permanentemente, esa es una diferencia con antaño en términos de lo que significa la operación bomberil.

El tema de las comunicaciones y la modernidad también nos permite que no tengamos que activar la sirena permanentemente. Solo la activamos cuando son ocasiones muy especiales y eso también ha cambiado porque antes para todo era sirena.

-Primero, un honor. Uno tiene que ser sano en ese sentido y decir que es un honor estar a cargo del segundo cuerpo de Bomberos más antiguo del país. Segundo, una alta responsabilidad porque este cuerpo de Bomberos desde su fundación, yo no tengo antecedentes ni orales ni escritos, de que en su minuto haya habido situaciones de dificultades de funcionamiento.

futuro

-Estamos ahora con unos proyectos, obtuvimos el año recién pasado un proyecto Presidente de la República para fortalecer los equipamientos de las unidades especializadas y de comunicación. Estamos en desarrollo de un proyecto de mejoramiento de los equipos de transmisión portátiles porque se viene un tema en la normativa de la Subsecretaría de Telecomunicaciones: ahora los equipos deben ser digitales, es carísimo, y nosotros estamos este año con eso.

Pero entre los mayores desafíos hay una línea de acción que la misma junta nacional la ha planteado en su rol coordinador que es, en el más corto plazo, poder ir renovando todos los carros bomba del país que tengan más de 20 años de servicio, esa es un primera línea y en eso nosotros también tenemos algo que considerar. Está en proceso, entregando los antecedentes al 2% del Gobierno Regional (FNDR); a Chiloé van a llegar dos carros, uno a Ancud y otro a Queilen.

Y el otro desafío nuestro es, sin duda, hoy día el crecimiento algo desordenado de nuestra ciudad de Ancud. Nos obliga a tener que descentralizar nuestro cuartel general, ya hay zonas donde se pone muy complejo, uno por las distancias que es una cosa natural y, dos, la sobredotación del parque vehicular. Estamos en el primer paso, la Tercera Compañía se iría al sector de Bonilla. Habrá que revisar seguramente al directorio que le corresponda en su minuto la conveniencia o no de construir nuestro cuartel para la Segunda Compañía en el sector de Caicumeo, pero se ve que violentamente se expandió todo el sector de Caracoles.

-Con 160 años de vida nosotros tendríamos que decirle en primer lugar a los vecinos que tengan tranquilidad, que sus bomberos cada día se preparan para poder apoyarlos de la mejor forma posible. Segundo, son las precauciones que la comandancia siempre entrega por estos medios. J