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Jorge Sampaoli, entrenador de la selección y ser humano con fama de histérico, especula el siquiatra León Cohen, está ligeramente estresado. La razón, añade este perito en analizar mentes perturbadas, es su obsesión por mantener la privacidad del equipo.

Imagina que la principal preocupación del argentino hoy es proteger a sus jugadores. Que la presión de la hinchada lo asusta. Y supone, también, que los futbolistas -"hombres poco sofisticados"- no están preparados para enfrentarla. De ahí, añade, el hermetismo del DT.

Por eso, justifica, la crisis de pánico que Sampaoli sufrió cuando un dron sobrevoló las prácticas en el Monasterio Celeste. Y por eso, también, las mallas de varios metros que protegen Pinto Durán. ¿Y el cierre de la calle, doctor?, lanzamos. "Una estupidez", devuelve. Y luego matiza: "Pero no creo que haya sido decisión de Sampaoli, fue un error de la ANFP, en la que no confío mucho, y el alcalde, en los que tampoco se puede confiar".

La paranoia

Cohen relata a La Estrella que alguna vez, cuando se dedicaba a atajar pelotas de fútbol, fue seleccionado juvenil. Dice que varias veces jugó partidos preliminares ante 80 mil personas. Y que sufrió, en carne propia, el asedio de hordas de colegialas excitadas en medio de las concentraciones.

El profesional, en definitiva, empatiza con Sampaoli. Y lo explica así: "En todas las situaciones de estrés nos ponemos alerta. Y hay que considerar que los futbolistas tienen un nivel infantil de funcionamiento".

Dichas esas palabras, Cohen, desde su consulta, realiza un análisis sumamente científico de la condición humana. Explica que los jugadores de fútbol suelen ser personas "sencillas", hombres con capacidades cognitivas limitadas y que, a menudo, no saben cómo lidiar con la gente. Y Sampaoli, por extensión, no escapa de esa norma. Por ello la seguridad extrema.

-No, no pienso en eso. Bueno, también es entrenador de fútbol, tampoco son personas tan sofisticadas. Bielsa, por ejemplo, a mi parecer tiene un desarrollo más alto que Sampaoli.

-No creo que sea paranoico. La paranoia es una enfermedad. Sabemos el caso del "Fantasma" Figueroa, él sí es un tipo paranoico. Es un sujeto muy primitivo.

-No, pero es un entrenador de fútbol, un hombre sencillo. Ahora, por las declaraciones que he escuchado, considero más sofisticados a entrenadores como Lasarte o Pellicer.

-Creo que el concepto central de él es que el fútbol se debe vivir como lo vive un amateur. Ese concepto tiene que ver con lo que es, nunca fue un futbolista destacado. Yo respeto mucho eso, tiene una pasión que ha tratado de traspasarle eso a los jugadores.

Así, después de 15 minutos de una terapia ficticia, el señor Cohen da por terminada la sesión. Y lo hace, ahora, regalando un comentario futbolístico. "Que nos vaya bien, no más, que es lo que queremos todos", añora el terapeuta. J