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La buena cosecha de la educación ambiental

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maria.nunez@laestrellachiloe.cl

Convencidos que cada vez se hace más necesario concientizar a los pequeños de los problemas ambientales que existen y cómo se puede trabajar con ellos el fomento e interés en su participación para la mejora de la naturaleza y al mismo tiempo desarrollar en ellos la capacidad de informarse acerca de cosas que no saben del medio que les rodea, la Agrupación Cultural Trueke creó en la Escuela Rural de Notuco, un Centro de Educación Ambiental.

Emplazado en un predio de la misma localidad de la comuna de Chonchi, el innovador proyecto concentra entre otras cosas, una estación de reciclaje, vivero, sendero interpretativo de la Cachilupi, huerto de hierbas medicinales, laguna con pasarela dispuesta para el ingreso de sillas de ruedas y un invernadero que está recuperando un pomponal.

"Nuestro trabajo es formar un centro de educación ambiental para apoyar el trabajo de los colegios a través de algo más in situ, como que los niños metan las manos a la tierra y trabajen con las plantas, recorran los senderos, compartan con los animales, aprendan a reciclar y darle un nuevo uso a estos elementos antes de botarlos a la basura", señala Lito Quezada, uno de los seis profesionales a cargo de este proyecto.

El agrónomo explica que la iniciativa nace a partir de la necesidad de hacer acciones productivas con el medioambiente por el deterioro que ha sufrido este en los últimos años.

"Esto comenzó cuando hacíamos talleres de reciclaje en los colegios. Cuando llegamos a la Escuela de Notuco vimos que había un espacio abandonado y le propusimos a la Corporación Municipal de Educación de Chonchi que restauraríamos el lugar y así comenzamos a trabajar en lo que hoy está a la vista", confirma la fuente.

Asimismo, recalca que "aquí y a través de acciones entretenidas buscamos entusiasmar a los niños con el medioambiente, como por ejemplo en la creación de un mini museo donde hay insectarios, fósiles, hormigueros y hartos materiales que hemos logrado reunir, para ello contamos con lupas y microscopios. En tanto, en el exterior hemos reforestado, formando un bosque de especies nativas exóticas y alimenticias, lo que es trabajado con los estudiantes de esta escuela todos los jueves y con otros de otros escuelas que también nos visitan".

FUTURO

Asimismo, Quezada subraya que los planes futuros se focalizan en un solo objetivo: "que gente como estos alumnos vayan copiando esta idea y se haga conciencia de la importancia de cuidar y proteger el medioambiente y de la riqueza que el bosque nos entrega para nuestras vidas. Este espacio está abierto y ojalá sean muchas las personas que quieran compartir esta experiencia".

Una opinión similar sostiene el técnico forestal, Enzo Escobar, quien es el encargado de enseñar a sembrar a los escolares y a dar vida al vivero.

"Es muy gratificante poder trasmitir lo que uno sabe a los niños, ellos además han ido desarrollando su propia perspectiva de lo que aquí ven. El mundo en el que están creciendo es distinto al que nosotros nos tocó cuando teníamos su edad, pero al final del día ves que a pesar de esta diferencia generacional ellos comparten con nosotros el querer hacer cosas por resguardar lo que el mismo hombre a veces ha dañado: la naturaleza", asevera el joven.

En tanto, Manuel Ulloa, docente encargado del recinto escolar, afirma que este proceso de aprendizaje ha sido muy valioso y que ha beneficiado positivamente a los 21 educandos que forman parte del plantel, tanto para su formación académica como también personal.

"Este trabajo es interesante y hermoso a la vez, porque uno como profesor ha sido testigo del proceso del taller, de cómo los estudiantes adquieren nuevos conocimientos como por ejemplo el daño que provoca la contaminación ambiental. Los niños están muy comprometidos con la naturaleza, entre ellos mismos se dan consejos de cómo no ensuciar los bosques y eso es maravilloso porque estamos hablando de estudiantes muy chiquitos desde primero a octavo básico que ya tienen conciencia de lo que nos rodea", indica el maestro.

ATRACTIVOS

Uno de los atractivos y que es muy visitado por los educandos es el invernadero, donde trabajan con semillas a través de su propia recolección y cuyo trabajo es visto en la época de cosecha, como añade la alumna de cuarto básico Selma Huenchul, quien acota que "me gusta trabajar en la tierra, de hecho planté una lenteja que ahora estoy cuidando en mi casa, he aprendido a cuidar las plantas y ver cómo crecen, además en el sendero interpretativo observamos las especies e identificamos la flora y fauna".

Una opinión similar sostiene su hermano Diego, quien a pesar de su corta edad, precisa que esta actividad les enseña a respetar su entorno y trasmitir lo que han aprendido a las futuras generaciones.

"Me gusta mucho este taller porque sembramos con mis amigos hartas cosas como porotos, hemos conocido distintos tipos de árboles. Además la pasamos muy bien acá", agrega el menor de segundo básico.

El proyecto que en septiembre próximo cumplirá seis años, se ha logrado mantener en el tiempo gracias al trabajo que realizan gratuitamente una serie de profesionales y también a través de fondos concursables que ganan como el último obtenido a través de la Cancillería gracias a una iniciativa de prevención, reciclaje, reutilización y disposición de basura marina.

"Esta experiencia y lo que significa trabajar con los niños ha sido muy productiva, en el fondo trabajar con ellos ahora es trabajar con los adultos del mañana, que serán los que tomarán las decisiones relativas al cuidado del medioambiente, estamos creando conciencia. Sacar el proyecto adelante en ocasiones se ha vuelto un poco difícil porque lo que aportamos es nuestro tiempo y fuerza de trabajo, pero faltan insumos y que es muy difícil comprar de nuestro bolsillo, entonces para poder financiar este Centro de Educación Ambiental debemos postular a fondos concursables, para ello hemos usamos de manera óptima los recursos adquiriendo materiales que son fundamentales para seguir funcionando", acota la ingeniera agrícola, Tatiana Gutiérrez.

El próximo desafío del Centro de Educación Ambiental es su participación en la Conferencia Nuestro Océano 2015, el 5 y 6 de octubre en Valparaíso, donde están invitados por el Ministerio de Relaciones Exteriores tras ganar el concurso sobre prevención, reciclaje, reutilización y disposición de basura marina. J