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Argentina llora por Lionel Messi

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Felipe Rioseco Z.

La República Argentina, informamos, está oficialmente divida en dos bandos. Y nada tienen que ver en eso las elecciones del pasado domingo. Tampoco la pugna entre peronistas y kirchneristas. Todo se reduce a un nombre propio y a una pelota de fútbol: Lionel Messi, el ídolo maltratado, tiene a 41 millones de ciudadanos librando una guerra léxica.

Algunos opinan que el rendimiento de Messi en Copa América fue indignante. Que su actitud en la final fue peor aún. Y que su compromiso con la Albiceleste ni se acerca al que tiene con Barcelona.

Otros, en cambio, creen lo contrario: la selección no está a la altura de Leo. Por eso Messi, en definitiva, no es más que una víctima circunstancial.

Es un enfrentamiento de facciones opuestas. Hinchas eufóricos que piden a gritos la extradición de Leo contra otros hinchas, igual de eufóricos, que exigen respeto.

Las partes

Leo Farinella, argentino, periodista reputado y director de Olé, dedicó 3.800 caracteres para decir que Lionel Messi no se merecía a la selección. La jineta, dijo el reportero, estaba en el brazo equivocado. "Hay hombres que dan la talla en las finales. Otros que no", escribió. Y Leo, deslizó, es de los segundos.

Ayer, también, apareció Ricardo Caruso Lombardi, perito en salvar equipos angustiados y hoy comentarista de radio. Criticó, como Farinella, a Messi e hizo un análisis físico: "Sólo le pido que corra un poquito, que luche a la par, aunque no lo sienta".

Le molestó, además, que el 10 no hablara después de la derrota y su poca autocrítica. "Si se quiere enojar, que se enoje. Hay que tomarle el lado positivo (a las críticas)", añadió Caruso.

Salvador Bilardo, campeón del mundo como DT y autodenominado inventor del 3-5-2, sin embargo, gritó desde un teléfono que Messi no merece esta horda de cuestionamientos. Bilardo, el mito, opina que la prensa ha sido injusta con Leo. Que los hinchas le piden demasiado. Y que él, un ser humano como cualquier otro, no es el único responsable de la derrota argentina en la final.

Dijo, además, que si Messi se retirara de la Albiceleste, como se ha especulado, entraría en un estado de estrés. "Hace tres años que le están pegando mucho, no le podés decir adiós así sin más. Yo iría y le pediría por favor que volviera, de rodillas", afirmó el exentrenador.

Lo defendieron, también, Diego Simeone y César Luis Menotti. Pidieron, como Bilardo, un poco de justicia. Y exigieron a los detractores que se inclinaran ante Messi. Leo, dicen sus defensores, es un superdotado. Y como tal, merece respeto. J