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102 jóvenes de distintos puntos de Chiloé realizaron ayer en la Plaza de Armas de Castro el juramento a la bandera. Hace más de 100 años que no se realizaba el acto en la provincia.

Fueron los conscriptos isleños que hacen el servicio militar en el Regimiento de Infantería N°12 Sangra de Puerto Varas quienes prometieron dar la vida si fuese necesario por la patria.

La actividad fue presidida por el gobernador provincial suplente, Marcelo Bravo, y contó con la presencia del comandante del regimiento, coronel Claudio Weber, además de alcaldes y otras actividades.

El oficial señaló que "por la cantidad importante de soldados de Chiloé, nuestra intención como Ejército era acercarlos a su provincia, a sus familiares y a sus respectivas comunas".

Por su parte, Bravo destacó la ceremonia como un hecho histórico, recalcando que "con la Municipalidad de Castro se coordinó la llegada de estos jóvenes chilotes a jurar a su tierra, porque en más de 100 años no se había hecho un evento de este tipo acá, cuando existía el Regimiento Pudeto, de Ancud".

testimonios

De los jóvenes soldados, el castreño Felipe Ojeda comentó que "tengo puros compañeros chilotes y la experiencia ha sido muy bonita, además que jurar a la bandera en mi Isla, con mi gente ha sido muy emocionante". El joven señaló además que al terminar su servicio militar espera convertirse en soldado de tropa profesional.

El ancuditano Gabriel Gutiérrez, por su parte, advirtió que "hay experiencias que me han marcado, como la ayuda que prestamos en la emergencia del volcán Calbuco, donde ayudamos a la gente damnificada, que se portaron también muy bien con nosotros. El jurar acá también ha sido un honor".

Luz Mansilla, oriunda de Chacao, reconoció que "quería vivir esta experiencia, por eso me decidí a hacer el servicio militar, porque quería saber cómo era y lo mejor es que la experiencia ha sido muy buena y que mi mamá y mi familia están muy orgullosos y si bien las campañas han sido muy duras, ha sido hermoso haber estado jurando a la bandera en Chiloé".

En tanto, para Damián Oyarzo, de Castro, "la carrera militar es muy bonita porque tiene mucha llegada con la gente, por ejemplo, cuando estuvimos en el volcán Calbuco ayudando a las personas que sufrían por sus casas".

A su vez, la ancuditana Mónica Millalonco indicó que "me ha gustado mucho la experiencia, sobre todo las instrucciones y todo lo que representa el servicio. Cuando termine quiero postular a Carabineros".

Por su parte, Piara Nail, de Quemchi, contó que "siempre me gustó el uniforme y quise vivir la experiencia desde dentro y me ha gustado mucho el régimen militar, porque siempre me ha agradado la disciplina". J