Radiografía al Servicio Médico Legal en Chiloé
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A poco más de un año de su remodelación estructural, el Servicio Médico Legal ubicado en Ancud dispone de una amplia batería de funciones para atender los requerimientos en la comunidad.
La inyección de recursos económicos desde el Gobierno Regional de Los Lagos permitió a partir de 2013 ejecutar un proyecto de mejoramiento de la construcción emplazada en la villa Las Araucarias.
Esta intervención que demandó una inversión de 356 millones de pesos dejó abierta una serie de trastornos, todos de carácter provisorio, cuando el trabajo tanatológico debió trasladarse hasta una unidad médico forense situada en forma anexa al Hospital Augusto Riffart de Castro.
La historia del recinto original ancuditano se remonta al año 1999, coincidiendo con los primeros impulsos de la reforma procesal penal. Anteriormente, todas las diligencias necrológicas se efectuaban en Puerto Montt, agudizando el dolor y la dilatada espera entre los familiares de las personas fallecidas en trágicas circunstancias. E incluso problemas a mediados de la siguiente década y algunos eventuales en todo este lapso hasta ahora dejaron temporalmente sin SML a Chiloé.
Sus pasillos y modernas oficinas administrativas dejan en el pasado la imagen que existía respecto a las otroras morgues, como eran conocidos estos espacios destinados a la recepción de cadáveres. El SML de Ancud depende de un organismo estatal que dispone de un equipo humano que trabaja a diario con el público que llega a este recinto para ser atendido por distintas causas, siempre de orden judicial.
Ya con el edificio operando en el sector alto de Ancud, el Ministerio de Justicia depositó su atención en la modernización de la infraestructura de esta sede pensando en la demanda de la población y cómo se atienden los distintos ámbitos de la medicina forense.
Mario Madrid, abogado y seremi de la cartera en la Región de Los Lagos, repasó el quehacer de este establecimiento y su progreso a través del tiempo para optimizar sus competencias en estrecho vínculo con los organismos colaboradores de la justicia.
"Lo que se hizo fue construir un pabellón tanatológico moderno que permitiera ejecutar las pericias tanatológicas de manera adecuada desde la perspectiva profesional y así también aislarlo de las dependencias administrativas", apuntó el jurista.
Pero el recinto forense no solo consta de dos médicos dedicados a la práctica de las autopsias, sino que de un equipo multidisciplinario que realiza otras acciones.
El seremi de Justicia explicó en este sentido que "tenemos a un médico clínico tanatológico que es el que desarrolla las pericias judiciales, también tenemos a un médico siquiatra que realiza las pericias que se precisan por los tribunales y demás entes colaboradores de la justicia, también hay una profesional sicóloga y también tenemos dos turnos médicos".
¿Qué otras funciones clínicas realiza el SML chilote y cómo interactúa en el medio local? Esta es una de las interrogantes que surgen; acciones que en muchos casos son desconocidas por la ciudadanía que observa a este organismo como una unidad destinada solo a la realización de autopsias.
El mismo secretario regional ministerial recalcó que en forma diaria y regular se efectúan otras diligencias que forman parte de los casos que se investigan por los organismos policiales y que incluso se ventilan en los tribunales chilotes.
Madrid precisó que en el Servicio Médico Legal de Ancud "se hacen constatación de lesiones, previa coordinación con los tribunales o con la Fiscalía; también se hacen toma de muestras de ADN para efectos de establecer los vínculos parentales que pudieran ser necesarios de comprobar en alguna causa judicial".
El organismo igual practica exámenes siquiátricos y sicológicos orientados a establecer la imputabilidad o inimputabilidad de alguna persona. "No tan solo es lo que uno conoce como las autopsias, sino que también hay otra gama de prestaciones que la sede de Ancud está efectuando hoy día de muy buena forma con el mejoramiento que se le hizo a la sede", subrayó la autoridad.
LABOR
Cristian Gómez, técnico paramédico, es uno de los nueve funcionarios que se desempeñan en la unidad de villa Las Araucarias.
Hace diez años que cumple específicamente con la realización de los exámenes comparativos de ADN, siendo parte del rol que le cabe en el diario vivir en este moderno inmueble.
La década de experiencia le ha enseñado a este funcionario a convivir con el dolor de los que sufren y a interactuar con médicos tanatólogos que practican las intervenciones post mórtem en los pabellones habilitados para estos fines.
"Comencé con la parte de tanatología, acá se hacen distintos tipos de peritajes, pero el fuerte acá es la tanatología y se recorre prácticamente toda la Isla (Grande) de Chiloé", compartió.
Evocó que hasta antes de su construcción todas las autopsias chilotas se practicaban en Puerto Montt "y muchas veces se tenían que realizar los traslados con otros vehículos de otras instituciones como Carabineros o PDI o tenían que venir funcionarios de Puerto Montt a buscar a los fallecidos. Los primeros carros llegaron después del año 2000".
Las frías estadísticas no dejan de asombrar. El paramédico ratificó que "es relativo, en promedio de 180 o 200 fallecidos al año en promedio; en general, las causas que ingresan al Servicio Médico Legal son por muerte violenta, ya sea por accidentes de tránsito, suicidio o homicidio".
En medio de esta ambiente la cartera de Justicia trabaja además en la implementación de una unidad móvil para atender delitos sexuales en Chiloé. La iniciativa se agrega al actual plan de trabajo que realiza el SML en la provincia y que se gesta al norte de la Isla, sin olvidar la Unidad Médica Forense de Castro. J