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La ciudad vista por niños

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Señor Director:

Si para muchos adultos su ciudad resulta hoy un espacio hostil y agresivo, qué pensarán los niños y niñas que crecen en ellas, en especial aquellos de grupos vulnerables.

En muchos casos, los menores de 18 años pertenecientes a este grupo socioeconómico son los más afectados por los niveles de pobreza, violencia y discriminación social que esconden las urbes.

No obstante, las instancias que ellos tienen para hacer oír su voz o sus ideas sobre el crecimiento y transformación de la ciudad son prácticamente inexistentes. Por ello, en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo hemos desarrollado una metodología participativa que ofrece a niños y jóvenes una instancia de encuentro, formación y apoyo a sus iniciativas en el ámbito urbano.

Escuchar sus opiniones es un medio eficaz para desarrollar el sentido ciudadano, generando una conciencia cívica en el uso del espacio público. Respecto a esto, la Unicef señala que favorecer la participación de niñas, niños y adolescentes ayuda, entre otros aspectos, a la formación de ciudadanos comprometidos. Contar con las recomendaciones de ellos resulta una herramienta innovadora y fundamental para mirar la ciudad y en la manera de hacer políticas urbanas.

La metodología de los talleres diseñados por el Minvu, denominados "Imaginando la ciudad con las niñas, niños y adolescentes", se encuentra disponible en www.minvu.cl y la iniciativa piloto se desarrollará prontamente en la Región de Atacama.

La socialización de esta metodología de participación permitirá, por ejemplo, a los municipios que así lo deseen considerar en su planificación urbana las necesidades y deseos de estos grupos y, a nivel central, dichas recomendaciones transformarse en uno de los elementos a considerar para la elaboración de políticas y programas en Vivienda y Urbanismo.

La metodología de este programa se inserta en el enfoque del Consejo Nacional de la Infancia. Así también, se enmarca en el respeto a la Convención de los Derechos del Niño que Chile ratificó en 1990, específicamente respecto a "escucharlos y promover que participen en sus propios asuntos y en los asuntos de su familia, escuela, ciudad y país".

Entregándoles las herramientas y oportunidades adecuadas, las niñas, niños y adolescentes pueden ser capaces de jugar un rol importante en la creación de espacios públicos atractivos, inspiradores y lúdicos. Algunas experiencias internacionales en este sentido han resultado en iniciativas tales como nuevas ofertas de servicios, plazas, equipamiento urbano y bibliotecas.

Para los niños y adolescentes, sus barrios son los espacios de interrelación social, de producción de cultura y de desarrollo sicosocial, donde definirán su vida cívica.

Salvaguardar el ejercicio efectivo de sus derechos constituye un gran desafío y una de las bases fundamentales para avanzar hacia la superación de la desigualdad, de la exclusión y, fundamentalmente, para el perfeccionamiento de nuestra democracia.