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La joven voz que defiende con aplomo el futuro de Mar Brava

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cronica@laestrellachiloe.cl

Gisela Saldivia tiene 38 años y es una de las dirigentes sociales más destacadas del área rural de la comuna de Ancud. Es madre de un pequeño de 2 años y reside en la península de Lacuy, al lado noroeste de la comuna de Ancud.

Nacida y criada en la tierra del Pudeto, la joven desarrolló sus estudios en el Liceo Domingo Espiñeira Riesco y actualmente se dedica al rubro turístico en esta zona. Fue así como desde el año 2007, comenzó a relacionarse con el mundo dirigencial del sector de Lacuy, participando con las organizaciones sociales del gremio turístico.

No obstante, su labor se hizo más conocida cuando a principios de esta década junto a las comunidades locales con quienes convive diariamente, así como emprendedores turísticos y algunas organizaciones ciudadanas, comenzaron una defensa férrea al patrimonio natural de los sectores de Mar Brava y Quilo, los cuales según su percepción, se han visto amenazados por la casi inminente instalación de 42 aerogeneradores, pertenecientes al denominado proyecto Parque Eólico Chiloé, el cual busca producir energía renovable no convencional, a partir de las características naturales que ofrece este lugar.

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Saldivia se convirtió en una de las voceras del movimiento "Salvemos Mar Brava", quien junto a otros vecinos residentes en Lacuy, consideran que es uno de los principales destinos de turismo sostenible comunitario de la Región de Los Lagos, gracias a su belleza escénica, biodiversidad y cultura milenaria.

La materialización del bullado Parque Eólico Chiloé, como recalca, amenaza décadas de esfuerzo para consolidar el sector, que en 2009 fue reconocido a nivel internacional por la principal guía de viajes, Lonely Planet, como el tercer mejor destino turístico mundial.

En este sentido la líder social es enfática al momento de señalar que la iniciativa a cargo de la empresa Ecopower, afectaría de sobremanera la calidad de vida, así como la plusvalía de los terrenos donde se emplazarían estas torres. También indica que reducirá significativamente el número de turistas, puesto que todas las encuestas demuestran que los visitantes llegan al noroeste de Chiloé motivados por el paisaje.

-No debería construirse porque tiene impactos demasiado grandes, principalmente en rubros productivos de la zona, en donde la comuna de Ancud en estos últimos años ha estado creciendo, como son el turismo y afecta también a gente que trabaja en el mar. En definitiva en lo productivo y todo lo que tiene que ver con el campo y la elaboración de productos locales.

-La participación ciudadana se ha hecho, de acuerdo a lo que la ley más o menos establece y permite. Nosotros nos hemos enfocado en participar en la medida que se puede, dentro de un sistema que es bastante poco eficiente diría yo, en torno a la participación que tiene la ciudadanía en el proyecto.

-El tema de la generación de puestos de trabajo, lo ha manejado la empresa todo el tiempo con información falsa y tratando de mantenerse bien con las comunidades que le han dado su apoyo, poniendo como condiciones que le den empleo a la gente local, pero sabemos que eso no va a suceder, es imposible.

Además son dos años de construcción, mientras dure el proyecto van a haber algunas generaciones de empleos, pero no es tan significativa como para paliar los problemas de empleo que existen en la comuna desde hace tiempo. Cuando estos proyectos entran en funcionamiento no necesitan una gran cantidad de empleados para hacerlos funcionar.

-Principalmente esto afecta al desarrollo del turismo en la comuna, nosotros hemos hablado desde muchas perspectivas en que nos afecta como lugareños, pero si nos enfocamos más en lo productivo, claramente el tema del rubro del turismo es el más afectado.

Mar Brava está en un cordón del turismo que se ha ido posicionando hace varios años atrás, en los últimos años se viene notando ese desarrollo en el incremento de visitas a la comuna, nuevas empresas que se están instalando, emprendimientos podríamos decirles, en los rubros de comida que es por ejemplo donde yo trabajo y todas las actividades relacionadas al turismo de naturaleza que se van a ver impactadas.

-Hemos hecho las gestiones que hemos podido desde la ciudadanía y como movimiento, hemos estado conversando con los encargados de votar este proyecto, pero nosotros lamentablemente no tenemos confianza con la comisión que evalúa el proyecto.

Ello, partiendo de la base que este proyecto lo aprobó una vez el SEA (Servicio de Evaluación Ambiental), a cargo del señor Alfredo Wendt, que es ciudadano de Ancud, es una persona que en todo este proceso nunca ha demostrado desconfianza por este proyecto, todo lo contrario, se reúne habitualmente con la empresa, le ayuda a acercarse a las comunidades.

Entonces nosotros no tenemos ninguna confianza de que este proyecto pudiera ser rechazado por la comisión, ante lo cual nuestras acciones están proyectadas posterior a este momento. J