M. Eugenia Núñez G.

Con quemaduras tipo A en su muñeca derecha, mano y codo izquierdo resultó la manipuladora de alimentos, identificada como Norma Godoy Alvarado, de 60 años, tras la explosión de gas producida la mañana de ayer en el Jardín Infantil El Chavito de Fundación Integra, ubicado en calle Balmaceda en Queilen.

La emergencia se produjo cuando la afectada intentó encender la cocina para calentar agua, que por motivos que se investigan, habría presentado una fuga de gas que no fue percatada por la víctima.

Junto a ella se encontraba la joven de 21 años, Paola Cárdenas Santana, también manipuladora de alimentos, que resultó con una fractura en su clavícula derecha, más una herida en uno de sus dedos, producto de la caída de la campana de la cocina a gas sobre su cuerpo.

"Alrededor de las 9.20 horas de la mañana recepcionamos un llamado telefónico donde comunicaron una explosión de gas en el jardín infantil. Se constituyó personal en el lugar y se procedió a verificar la denuncia. Posteriormente constatamos a las dos mujeres lesionadas que fueron trasladadas al servicio de urgencia del hospital y posteriormente a la Mutual de Seguridad de Castro", explicó el suboficial Miguel Lagos, jefe de Retén de Carabineros local.

A ello sumó el uniformado que "de acuerdo a lo que nos indicaron ambas (mujeres) es que momentos antes al encender la cocina, vieron que había poca llama y que repentinamente explotó. Esto provocó la caída de una campana, una pared completamente dañada, más dos puertas y otros artefactos propios de la cocina".

A las dos manipuladoras se sumaron tres auxiliares de párvulos que presentaron tos intensiva por inhalación de gas, que fueron identificadas como Macarena Fernández Rain (28), Esmerinda Cárdenas Santana (29) y María Ruiz Chacón (42), quien además sumó una herida en la pierna derecha.

La fuente además confirmó que durante esta jornada se hará presente en el jardín infantil, personal del Laboratorio de Criminalística (Labocar) de Carabineros por instrucción de la Fiscalía de Castro.

"El inmueble permanecerá cerrado hasta que se determinen las causas del accidente y también al tiempo que disponga Fundación Integra para reparar los daños", acusó el suboficial.

Al lugar de la emergencia acudió también personal de la Primera y Segunda Compañía de Bomberos de Queilen, a cargo del segundo comandante Fernando Díaz.

"Nos hicimos presente en el lugar, se trataba de una explosión que desconocemos las causas. Como Bomberos nuestro trabajo consistió en verificar que no hayan más fugas, para ello se cortó el suministro de gas, también se cortó el servicio de electricidad y el agua. Sólo nos limitamos a ello pues Integra tiene sus propios protocolos y tenemos entendido que la investigación lo hará el Labocar", dijo el oficial.

Al momento de la explosión, sólo había al interior del recinto 8 niños de una matrícula de 45, quienes con la ayuda de sus parvularias y asistentes fueron evacuados rápidamente sin presentar lesiones y posteriormente derivados a sus hogares. J

Rosa Vera (foto), hija de la manipuladora víctima de quemaduras en sus extremidades superiores, indicó que su mamá se encuentra bien y que "gracias a Dios las lesiones fueron leves".

"Ella (mamá) está afectada, con quemaduras leves por eso por precaución fue derivada a Castro. Lo que más le afectó fue el hecho de presenciar una explosión, ella me dijo que fue justamente después de prender un quemador, que no sintió olor a gas cuando ingreso a la cocina, que luego se cayeron las puertas. De hecho mi mamá también se quemó parte del pelo, cejas y pestañas ", acotó la joven.

Como un momento de mucha angustia calificó la apoderada Débora Caro cuando supo que la emergencia que movilizó a Bomberos era en el jardín infantil que acude su hija.

"Estaba trabajando cuando nos dijeron que había una fuga de gas, salí corriendo y cuando llegamos con mis colegas vimos que los niños ya estaban afuera con sus tías en un furgón, estoy muy agradecida del protocolo que hizo Integra porque los niños estuvieron seguros", dijo la joven madre.

Por su parte, Pamela Huenchón, madre de una pequeña del nivel de sala cuna mencionó que "fueron unos minutos difíciles, por suerte a esa hora habían pocos niños en el jardín, y las tías y la misma comunidad reaccionó rápido, incluso los más chiquititos fueron amparados en una de las casas vecinas".