Pedro Bárcena González

Nunca es tarde para develar un delito sexual. Y la justicia así lo sabe. Especialmente, cuando se trata de niños los afectados, la legislación ampara a la víctima y por más que pasen los años, siempre hay tiempo para analizar estos casos y castigar a los responsables.

Esta tónica queda reflejada en una agresión sexual ocurrida en Quellón, al interior del seno familiar. Pese a que un taxista de 52 años estaba siendo investigado desde mediados del 2013 por un abuso contra su propio hijo, de apenas 4 años en ese entonces, otros antecedentes vertidos por el pequeño en el último tiempo implicaron la ampliación de los cargos en su contra.

Los problemas de verbalización del menor motivaron a un largo trabajo indagatorio en búsqueda de datos relativos a la pesadilla que sufrió. Por ello, el fiscal Rodrigo Valladares instruyó pericias de daño y credibilidad del relato que impulsaron la formalización del transportista.

revelación

Ya en medio de las diligencias encausadas y en los momentos en que el infante se encontraba en etapa de reparación, reveló a un sicólogo que no solo fueron tocaciones las que habría recibido de parte de su progenitor, sino que las agresiones ocurridas al interior de la casa que compartían en el sur de la Isla fueron más graves.

"Ahora acusa a su padre y da cuenta de una dinámica de violación", enfatizó el persecutor, añadiendo que este testimonio se dio en la Región de La Araucanía, ya que el menor y su madre dejaron Chiloé después de este aberrante episodio.

Con esta información, en los últimos días el fiscal reformalizó la investigación, sumando al abuso sexual que actualmente se estaba indagando, el delito de violación impropia.

Asimismo, se revisaron las cautelares, quedando el imputado en prisión preventiva debido a la naturaleza de los delitos y la gravedad de los mismos.

En cuanto a las pesquisas, el abogado del Ministerio Público confirmó que "las diligencias están en curso", ya contando con los informes sexológicos y sicológicos forenses, realizados por el Servicio Médico Legal.

Las labores policiales se han combinado entre detectives de la Brigada de Delitos Sexuales de Puerto Montt, como igualmente de la Brigada de Investigación Criminal de Castro y Villarrica. La Sección de Investigaciones Policiales de la Sexta Comisaría de Carabineros de Quellón también ha realizado pesquisas por este impactante caso.

Bajo este contexto, como confirmó el persecutor la fase indagatoria por esta causa se encuentra en su última fase, esperando las pesquisas finales del ente acusador como de la defensa particular del taxista antes de formalizar su cierre y concretar la acusación que será la antesala de un juicio oral. J

Este caso refleja el alto impacto de los delitos sexuales intrafamiliares en la Isla, en especial, en Quellón. Tal como indicó en su momento, Marta Andrade (foto), directora del Programa de Reparación en Maltrato (PRM) Millantuy, este año el recinto atiende a cerca de medio centenar de víctimas menores provenientes del sur de la provincia dentro de los casi 170 infantes del total. Incluso, como aclaró "los casos de Quellón son de alta complejidad", ante lo cual ha solicitado implementar un programa de reparación con sede permanente en la ciudad porteña.

"Los casos de Quellón son de alta complejidad",

Marta Andrade, directora del PRM Millantuy.

"Ahora acusa a su

padre y da

cuenta de una

dinámica de

violación".

Rodrigo Valladares,