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50 años después se repite la historia del gran temporal

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cronica@laestrellachiloe.cl

La historia se repite y aquí está la prueba tangible de aquello. Hace 50 años, específicamente el día lunes 9 de agosto de 1965, La Estrella destacaba como titular en su portada: "Valparaíso es azotado por violento temporal". ¿Le suena conocido?

Desde ese día y durante toda la semana el tema de la época fue la devastación que dejó en la región, y sobre todo en Viña del Mar, el paso de un frente de mal tiempo. "Temporales a la antigua", como hace una semana decían los entendidos, y quienes vivieron en carne propia la furia de los vientos, las torrenciales lluvias y la bravura del mar, tal cual como en los viejos tiempos.

El invierno del '65 la región debió enfrentar tres temporales seguidos y todos con efectos devastadores, donde incluso se estimaron daños superiores a los causados por el terremoto del 28 de marzo del mismo año.

"Lluvias continuas, vientos huracanados y el embate violento del mar, causaron que las zonas costeras, como Viña del Mar, sufrieran estragos en calles, numerosas residencias y en importantes industrias", cita la crónica de la época.

La misma historia

Como si fuera poca coincidencia, el servicio de tren se vio interrumpido en el mismo tramo que afectó al Merval la semana pasada y que hasta hoy mantiene el servicio del Metro suspendido en ese tramo. En ese entonces describían el hecho como "Trabajos en vía férrea: Donde se trabaja intensamente para normalizar la situación. El sector que muestra la fotografía, ubicado frente a la Escuela Industrial, fue el más afectado. Allí el mar rompió las barreras de seguridad y penetró con violencia hacia el interior abriendo un enorme boquerón por debajo de la líneas".

LA COSTA ARRASADA

La Avenida Perú, fue otra de las zonas más afectadas con el temporal de 1965, y la prensa de ese año puso gran énfasis en el estado en que quedó la postal viñamarina.

"La Avenida Perú, en Viña del Mar, fue el sector más afectado en esa ciudad, por cuanto acumuló gran cantidad de agua proveniente del estero, del mar y de los cauces. Los hermosos edificios de de partamentos que allí se levantan se vieron totalmente inundados en sus subterráneos, quedando de paso inutilizados sus incineradores", cita la noticia que además está acompañada de una fotografía de lo que parece una tranquila laguna, pero que en realidad era el testimonio del verdadero drama que los vecinos estaban viviendo.

El cuento de nunca acabar, es el caso del Estero Marga Marga, que colapsa con cada frente de mal tiempo. Y durante los temporales de 1965 no fue la excepción, por lo que sus aguas se desbordaron y nuevamente las autoridades no pudieron hacer mucho hasta que las torrenciales lluvias y fuertes vientos cesaran.

Las embarcaciones fueron otro tema importante en el temporal del '65, muchas fueron arrastradas mar adentro y otras simplemente se hundieron sin ninguna posibilidad de ser rescatadas. Lo que actualmente se evita con las medidas de precaución de parte de la Gobernación Marítima, que cierra los puertos ante el anuncio de un frente de mal tiempo.

Ahí es cuando se hacía fundamental la acción de instituciones emblemáticas de la época como el Bote Salvavidas, quienes se preocupaban de resguardar las costas locales cuando el mar se volvía peligroso y amenazante.

"Desde anoche el Bote Salvavidas se encuentra realizando una intensa y peligrosa labor. Todos los voluntarios se mantienen acuartelados. Hasta el momento la embarcación ha realizado varias salidas mar adentro, y recorrido la poza de abrigo (actual Molo) y revisando las amarras de los buques", consignaba La Estrella.

AVENIDAS ANEGADAS

Y la historia se repite nuevamente en las principales vías de la Ciudad Puerto y la Ciudad Jardín. La Avenida España se inundó por completo y sus pistas se hicieron intransitables por días.

Lo mismo con la Avenida Altamirano, que en ese entonces sufrió el desprendimiento de un enorme bloque de cemento (socavón) y el tránsito quedó interrumpido durante semanas, causando problemas a los porteños de la época.

Y así, tras 50 años de aquel tremendo temporal de viento y lluvia que azotó a la zona central, hace sólo unos días volvieron a repetirse las postales y las crónicas que nos hacen recordar que la fuerza de la naturaleza se impone sin tomar en cuenta la época ni el año. J