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Los humildes rostros de la superación ante el dolor

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pedro.barcena@laestrellachiloe.cl

Sobre el refrigerador y acompañados de una flor y dos aves de plástico, se encuentran juntos, casi abrazados, como permanecieron en vida, los retratos de los hermanos Miguel Ángel Vásquez Paredes (27) y Yerson Torres Paredes (17). Un humilde altar pero lleno de significado para su numerosa familia que recordó recientemente un año de su dramática partida.

Un chofer ebrio les quitó la vida a estos jóvenes en pleno centro de Castro. Cuando regresaban de comprar completos fueron impactados por el todoterreno que avanzaba contra el tránsito. No solo fallecieron en el lugar los parientes, sino que también Juan Ancao Vásquez (35), mientras que el profesor Eduardo Díaz Caicheo (34) sobrevivió de milagro.

La mortal madrugada del 10 de agosto del 2014 se repite cada día en la mente de los padres de los hermanos. Sin embargo, la increíble energía que proyecta su hogar, pequeño pero acogedor, marcado por la alegría y unidad de los otros cuadro hermanos como los tres nietos de la pareja, otorgan fortaleza y serenidad.

Los sencillos homenajes al interior de la vivienda ubicada en la población Clara Barton se replicaron en esta sensible fecha en el Cementerio Municipal, donde se encuentran sepultados, juntos como pasaron toda su vida, estos seres queridos. No obstante, sus parientes mantienen el recuerdo permanente de la tragedia que han superado con gran esfuerzo.

GOLPE

Así lo reconoce Damarith Paredes, madre de los músicos fallecidos, quien destaca el doble golpe que significó este accidente. Ello, puesto que no solo perdió a sus amores en la flor de la vida, sino que también sufrieron un batacazo económico dentro de las precarias condiciones en que deben subsistir.

"Nos quedamos sin hijos y sin nada. El mayor era un puntal fuerte en el hogar, trabajando ocho años como operario en la (empresa de redes de cultivo) Marmau y aportaba todos los meses con su platita. Fue una pérdida muy grande", asevera, explicando que solo quedaron con el aporte de su esposo, un guardia que se las arregla hasta haciendo tiempo extra para ayudar a la familia.

Quien también se aprontaba para ingresar al mundo laboral y dar una mano a sus parientes era Yerson. El adolescente lleno de energía, como detalla su mamá, "recién había recibido su título de soldador industrial, estaba esperanzado de trabajar y tenía todas sus cositas listas para hacerlo".

Sin embargo, todos estos planes, todas las ilusiones centradas en estos castreños, fueron fulminadas en este múltiple accidente registrado en una de las esquinas de la Plaza de Armas de Castro. Una pesadilla que aún ronda y desgarra.

"Los chicos pasaron a dejar a su hermana que también estaba con el grupo esa noche y a la vuelta fueron alcanzados por este vehículo", explica Daniel Torres, padre de las víctimas, a lo que agrega su esposa que tras el violento impacto "ambos murieron por un traumatismo encefalocraneano, el mismo golpe, saltaron al mismo lado y quedaron juntitos".

Pese a la desgracia y el dolor incontrolable por este dramático desenlace, esta familia reflejando su grandeza no se ha ensañado en sentimientos de ira contra el responsable, incluso conociendo todos los antecedentes que rodearon el siniestro, como la conducción en estado de ebriedad, que viajaba a más de 100 kilómetros por hora contra el tránsito en calle San Martín, que no respetó la señalización del lugar y que intentó escapar del lugar. Eso sí, admiten que la justicia debe ser ejemplar cuando ya se aproxima el cierre procesal de este impactante caso.

CARTA

Prácticamente ningún acercamiento han tenido los padres de estos hermanos con el imputado identificado con las iniciales N.F.V.C. (21). Solo una escueta misiva remitida desde la cárcel donde se encuentra a la espera del juicio oral, programado para este 5 de octubre.

"Escribió una carta y podría haber ofrecido ayuda, porque el daño y el gasto que nos produjo fue terrible", señala Damarith Paredes, enfatizando que "yo no lo voy a perdonar, solo Dios lo puede hacer, la paz no la va a encontrar conmigo. Este es un dolor que lo llevaré el resto de mi vida. Parece que fue ayer cuando se fueron".

La misma opinión tiene Daniel Torres, esgrimiendo que "en la carta él dice que no salió a matar, que fue producto que estaba tomando, pero no me acuerdo mucho más, mi hermano leyó la carta y quedó guardada".

Con la proximidad de la audiencia, estos isleños reconocen que muy escasos han sido los contactos con la Fiscalía de Castro para preparar la instancia procesal que será clave para determinar el grado de responsabilidad y pena que se dictará contra el conductor que provocó el accidente.

No saben si tendrán que declarar en estrado, los detalles del procedimiento y el impacto que tendrán las pruebas que se entregarán en la sala que seguramente reflejarán el horroroso alcance de esta tragedia.

Así y todo, los parientes de estos hermanos permanecen tranquilos y no se ciegan como otras víctimas vociferando que "se pudra en la cárcel". Ellos no esperan eso. Aunque sin demostrar debilidad, ven este escenario con asombrosa tranquilidad.

"No podemos decir que lo encarcelen por cuantos años, que le den cadena perpetua, porque igual tenemos hijos y puede cambiar la situación, pero debe ser una condena ejemplar", confiesa el padre de los jóvenes.

Y para esta conclusión, la mamá de los chicos resume todo muy bien: "Sin importar los años que le den, lo que nos hizo nunca lo vamos a superar".

AUDIENCIA

Bajo este contexto se ultiman los detalles para llegar al juicio que se realizará en el Tribunal Oral en lo Penal de la capital chilota y que estará encabezado por el magistrado Claudio Ayala.

En las vísperas del primer aniversario del deceso de estos tres jóvenes se fijó la numerosa prueba que será vertida ante los sentenciadores para analizar los cargos contra el imputado, acusado de manejo en estado de ebriedad con resultado de tres muertes, lesiones graves y daños; denegación de auxilio, y receptación de vehículo motorizado. Delitos por los cuales arriesga 10, 3 y 5 años de presidio, respectivamente.

De acuerdo a lo manifestado por el fiscal de la causa, Javier Calisto, serán 17 testigos y cinco peritos con quienes buscará demostrar la dinámica del siniestro vial y la participación en calidad de autor del acusado.

"Tenemos evidencia científica muy importante que será proporcionada por especialistas de la SIAT de Carabineros, como el informe de alcoholemia, también presentaremos dos médicos legistas y un perito de la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos", asevera el persecutor.

Además, el abogado aclara que opera como una agravante el hecho que el joven chonchino manejaba sin obtener licencia, resaltando que solicitó el máximo legal por los tres delitos. Eso sí, plantea una realidad procesal que impide mayor gravosidad ante estos hechos. Una o más muertes son calificadas de la misma manera.

"Bajo este contexto solicitamos el máximo rigor considerando el extenso mal causado provocado por este accidente para las familias, considerando que existieron tres jóvenes que perdieron la vida", comenta el jurista.

Por su parte, el defensor Nelson Troncoso, acota que buscará configurar "el concurso ideal de delitos", es decir, que todos los cargos que busca plasmar por separado el persecutor se encuentran agrupados en la misma dinámica. Para ello, presentará también su prueba en lo que será uno de los juicios más esperados en Chiloé y pondrá fin a esta etapa judicial, cuando la imagen y el pesar por la pérdida de estos queridos isleños aún se mantienen muy fuertes en su entorno. J