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Decreto frenó por 10 horas el arribo de los camiones a la capital

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Medios Regionales

Una enorme congestión en Angostura de Paine y en la Ruta 68 debieron soportar ayer durante gran parte del día miles de personas que viajaban a Santiago, afectados por el intento de marchar hacia La Moneda de los transportistas de La Araucanía, lo que fue bloqueado hasta las 18 horas por el Gobierno a través de un decreto emitido en la madrugada.

El documento de la Secretaría Regional Ministerial de Transportes prohibió el ingreso de vehículo mayores a la capital, no solo a la caravana que pretendía llevar los 13 vehículos quemados a Palacio, en señal de protesta por "el terrorismo y la delincuencia" que sufren, según denuncian sus organizadores.

En la mañana el ministro del Interior, Jorge Burgos, dijo que estaba disponible hasta a suspender actividades de su agenda para atender a los manifestantes, pero no a sus camiones. Esa postura fue cambiada solo en la tarde, tras varias conversaciones con los dirigentes, el secretario de Estado y el próximo director general de Carabineros, Bruno Villalobos.

Las advertencias de La Moneda no amilanaban a los transportistas, que durante el día bloquearon la zona.

"No es por voluntad nuestra estar aquí (...). Tienen que permitirnos ingresar con nuestros camiones quemados (...). Tenemos mucha paciencia, podemos estar uno, dos, tres días acá", dijo el presidente de la Confederación Nacional del Transporte de Carga, Sergio Pérez. Más tarde, propuso ingresar solo con seis.

El dirigente José Egido aseguró que la negativa activó una movilización, con ocupaciones en Chillán, Chiloé, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Rancagua, Concepción, La Serena e Iquique, entre otras.

Hasta la tarde de ayer se esperaba que seis camiones llegaran a La Moneda y siete pasaran por otras calles.

Choque frente a Palacio

A La Moneda sí llegó un grupo de dueños de predios de La Araucanía, encabezados por Jorge Luchsinger Mackay, cuyos padres murieron el 2013 en un ataque incendiario a su hogar.

Los agricultores iban a entregar a la Presidencia una carta de apoyo a los camioneros, pero en el lugar se encontraron con representantes mapuches que hacían lo mismo en repudio a la movilización de los transportistas, acusando que se estaban victimizando al acusar terrorismo.

Luchsinger, que portaba la bandera chilena quemada en el atentado a su familia, comenzó a hablar con los medios, cuando empezó a sufrir agresiones. Así, se iniciaron insultos y golpes entre ambos bandos, lo que obligó a la intervención policial. J